PALABRAS DE PAZ DE LOS ESENIOS
Planteamientos ancestrales según la tradición semita. De utilidad para
rescatar los elementos aún vigentes, especialmente en lo concerniente a
la sensibilidad y respeto por toda vida. Esta es una base pedagógica
para una ecología con "Alma" o humana, reconociendo en la actualidad los
aspectos de "salud pública" para las mayorías con la higiene y el
suministro de agua potable.
La comunidad esenia tuvo relación con
la escuela transhimaláyica tibetana por el intercambio de experiencias
de los iniciados que viajaban de uno a otro lugar. También
intercambiaron conocimientos con los Terapéutas egipcios y recibieron
influencias de las instrucciones del Zend Avesta de Zaratustra
(Zoroastro) que a su vez contiene los conceptos fundamentales del
Bramanismo, de los Vedas y de los Upanishads. Los Pitagóricos y Estóicos
en Grecia siguieron los principios Esenios. Sus enseñanzas están en los
elementos de la cultura Adónica de los Fenicios, en los de la escuela
de Alejandría que contribuyeron a cimentar la cultura de Occidente con
el Gnosticismo, la cristiandad, el Cabalismo, la Francmasonería y la
pléyade de movimientos renovadores posteriores que actuaron secretamente
debido a las persecuciones a que fueron sometidos por los sistemas
imperantes que institucionalizaron las religiones para sus propios
intereses.
Los Esenios vivieron al lado de lagos, ríos o en
mares interiores lejos de las ciudades. Eran grandes agricultores y
arboricultores. Sabian mucho de las cosechas, de las semillas, del
clima, de óptimos aprovechamientos en terrenos áridos, con mínimo
trabajo.
No tuvieron sirvientes o esclavos y fueron los primeros
en la teoría y en la práctica en condenar la esclavitud. Por lo
anterior, planteamos a los historiadores su vigencia si recordamos a los
héroes liberadores de tal flagelo, mas aún, si en el año 2004 se
conmemora la llegada del primer barco con esclavos africanos, a Santo
Domingo en las Antillas.
Dedicaban mucho tiempo al estudio de
las escrituras antiguas, aún al de las diversas culturas diferentes a la
propia. Ciertamente, los grandes imperios o naciones tienen su auge y
decadencia. El modelo de gobernantes en decadencia fue durante un tiempo
"Babilonia" (estigmatizada por su materialismo), proclamando la "Zión
espiritual" diferente a la del simbólico culto al "becerro dorado" (por
lo cual el mismo Moisés se indignara ante la caída de su pueblo en dicho
culto). No debemos olvidar tal ejemplo para que las minorías que
detentan el poder financiero del mundo no se desvíen del ideal, y para
que otros pueblos o culturas identifiquen al pueblo hebreo (la mayoría
ante la minoría poderosa en oro y riquezas) como parte integral de la
especia humana. Los Esenios eran estudiosos de los astros y sus
fenómenos; fueron herederos de la Astrología Caldea y Persa, y del arte
egipcio de la curación y la salud.
Eran clarividentes y cuando
profetizaban se preparaban con rigurosos ayunos. Conocían la curación
por medio de los principios anímicos de las plantas y las virtudes de
las piedras.
"Y sobre cada alta montaña y cada colina habrá
ríos y corrientes de agua en el día de la gran catástrofe, cuando caigan
las torres. En ese día la luz de la luna será como la luz del sol y la
luz del sol será siete veces mayor" (una interpretación para esta frase
simbólica se puede referir a la Iniciación primera humana –las masas de
Cáncer o lunares, solarizadas por la educación y los medios básicos para
tener una vida más humana. Y la actividad solar se puede referir a la
séptima iniciación del Señor de Aries, relacionada con el Cristo y la
Jerarquía de Maestros).
He aquí una muestra de "Lamentos": "A
orillas de los ríos de Babilonia, sí, allí nos sentamos y geminos,
cuando recordabamos a Zión. Colgamos nuestras arpas de los sauces. ¿Cómo
habremos de cantar la canción del Señor en una tierra malvada? Que mi
mano derecha olvide su destreza, si te olvido, oh Jerusalém. Que mi
lengua se pegue al paladar, si no te recuerdo, pues Babilonia es la
esclavitud del mundo y Zión es la libertad de la Hermandad".
La
labor redentora de los Angeles Solares -quienes nos dan el cuerpo de la
Conciencia o Loto Solar (Causal), no excluye la conciencia sobre el
cuerpo físico y de la personalidad sensible y mental humana.
Precisamente, la labor del Cristo es especialmente con las masas, con
las mayorías esclavizadas por sus instintos naturales sin control
consciente. La forma "lunar" o Maya (en términos orientales) no es para
destruirla sino cuando naturalmente concluye su vitalidad o
disponibilidad para el alma.
En "El Misterio de Sirio", el
astrónomo Robert K. G. Temple hace interesantes consideraciones sobre
los dioses o devas, partiendo de las referencias de Berosso sobre
Babilonia (especialmente sobre los "hombres pez" llamados "Oe",
"Odacón", entre otros, quienes entregaron enseñanzas sobre la
"vitalidad" o cómo mantener sano el cuerpo y cómo sanarlo, además de
ideales y códigos éticos). Esta obra ofrece un campo de discusión
especial para los conocedores de la posible consolidación entre "El
Angel solar" -quien es el Alma consciente, y la "Forma lunar" (la
personalidad pasajera de cada encarnación) –esta última, aspirante a ser
redimida. El pensador Tibetano Djwal – Khul sostiene que en el huerto
de los olivos el Cristo entregó Su voluntad al Padre, tendiendo un muy
débil "hilo" entre la Jerarquía de la Humanidad y "El Lugar del Padre"
en Sirio. La humanidad puede dar el paso hacia el "Nacimiento del Criso"
en su corazón (con el amor en obras) bajo la influencia de los Devas
sanadores que acompañan y acatan al Cristo como Señor del Karma (del
"destino"), aquel Quien tiene la potestad o el Don de Dios para liberar
de los errores.
¡Oh, la antigua verdad! Era tras era existió y
convivió junto a la noble Hermandad. ¡La Verdad antigua! ¡Mantente firme
a ella! (Goethe).