de LA GUERRA CONTRA EL SUEÑO-Collin
La idea del sacerdocio deprimía a Pogossian, y cuando
Gurdjieff le sugirió que trabajara en la estación, aceptó
inmediatamente y comenzó a desempeñarse como cerrajero. En esa época,
Gurdjieff pasó varios meses ayudando a estudiar la ruta de una línea de
ferrocarril que había de construirse entre Tiflis y Kars. Completaba sus
ingresos relacionándose con los
personajes más importantes de las ciudades o aldeas por donde había de pasar el ferrocarril y ofreciéndoles establecer una estación allí. La mayor parte de ellos pagaron el soborno.
De regreso a Tiflis, había acumulado el dinero suficiente para
abandonar su trabajo en el ferrocarril y dedicarse a la lectura. En el
curso de largas discusiones, él y Pogossian habían llegado a la
conclusión de que existía un cierto «conocimiento oculto» que procedía
de la antigüedad. Habían comprado
gran cantidad de textos armenios
antiguos a un librero local, y se trasladaron a las ruinas de la antigua
capital armenia, Ani. Allí construyeron una cabaña y pasaron sus días
dedicados al estudio y a la discusión.
Hay que subrayar que
Gurdjieff debía la libertad que le permitió tomar tales decisiones a la
inestabilidad de la vida en esa región tras la guerra rusoturca.
Si él y Pogossian hubieran nacido en San Petersburgo o en
Constantinopla, les habría resultado difícil evitar ser devorados por
el «sistema» y no desempeñar una profesión respetable. En cambio, en el
equivalente asiático del salvaje oeste norteamericano, nadie se
preocupaba demasiado por
el hecho de que ignoraran los planes de sus familias y se dejaran llevar por sus extrañas ideas.
Así pues, Gurdjieff y Pogossian pasaban el tiempo conversando y
explorando las ruinas de la ciudad antigua. Un día que estaban
reconociendo un pasaje subterráneo descubrieron la celda de un monje y
en su interior unos pergaminos muy deteriorados escritos en armenio
antiguo. Regresaron a
Alexandropol para descifrar los manuscritos.
Se trataba de unas cartas dirigidas a un tal padre Arem. Una de ellas
hacía referencia a determinados «misterios»; se mencionaba una
«Hermandad Sarmoung» que había existido en la ciudad de Siranoush.
Identificaron el nombre como el de una hermandad
esotérica que, según uno de sus libros, se remontaba al año 2500 a. C.
Llegaron a la conclusión de que los pergaminos eran del siglo VII d.
C., que la ciudad llamada Nivssi a la que se hacía referencia en el
pergamino era la Mosul moderna, y que los descendientes de la hermandad
Sarmoung eran los aisors.