Aún me
cuesta recogerme y permanecer en completo silencio, mis oídos no consiguen del
todo alejarse de la vorágine de esta
orilla. Pero sigo y sigo en ese quehacer, trabajando.
Ahora, hoy,
me doy cuenta de lo cansada que estoy y al darme cuenta de ello, me obligo a no
sub-caer y a no dejarme llevar por esa inercia floja que tanto poder tiene. Reconozco
mi cansancio de todo, y me digo que tan solo debo prestarme a lo que
verdaderamente me interesa.
Ya me he
dado cuenta de la cantidad de energía que consumo en el simple hecho de prestar
atención a cualquier cosa. También estoy en diferenciar entre lo consciente,
los inconsciente y lo subconsciente.
Vuelvo a
intentarlo, vuelvo a recogerme y vuelvo a intentar llegar a lo in-todo.(Si
pudiera un ratito silenciar mi mente y llegar a ese estado de desconexión con
esta orilla…) Desaparezco
al llegar a ese polvoriento estante consciente. Y allí desaparecida algo fluye
sin agotarme. (Me gustaría tanto poder traerme devuelta esa experiencia,
conscientemente, a esta orilla que, intento revivirla siempre que me acuerdo).
Hace un
momento me descubrí desayunando con unas amigas y yo pensando en un recuerdo
pasado, imaginando incoherencias, y ninguna de ellas consciente. Es terrible
darse cuenta de que mi inconsciente me habita sin pedirme permiso siquiera. Ese
inconsciente instalado por creaciones de dogmas sociales, familiares,
religiosos, etc.
¿ cómo no voy
a estar agotada, si mi inconsciente me mantiene consumiendo azúcar y energía.
La energía fluye allí donde vá mi atención.
Que agotamiento, xé¡¡.
Llevo tiempo
diciendo que desde que no pienso soy más feliz, aún así debo confesar que no
paro de preguntarme cosas, y esto siempre desencadena una firme predisposición
a indagar lo más honestamente que pueda. Y no es por el camino de imaginar (dándole un
papel a mi inconsciente, el cual no debería participar) sino de observar y
observar, lo más conscientemente que me sea posible, intentando recuperar ese
polvoriento estado y desde allí implicar
a otra parte de mi. Solo así puede que
tenga alguna garantía de que la respuesta emerja de mi yo transformado. ……..y
viva en mis propias carnes el significado de que el hombre es un transformador
de energías, y donde mi búsqueda aunque sea ésta relativamente mecánica pueda
obtener una respuesta más acorde a mi ser que a mi inconsciente mecánico.
Os mando un beso con el sabor de las mejores mandarinas de mi huerto, Mery