La emoción, como sensibilidad y percepción psico-fisiológica produce la
sensación de existir, lo cual confunde y hace que se tienda a suponer
equivocadamente que el organismo cuerpo mente y emoción es el verdadero
Ser.
Esta es la manera en que algunas personas muestran una
conducción de sus reacciones emocionales debido a su entrenamiento en
ello, demostrando lo que llamamos auto control.
Las cosas y las gentes son diferentes, pero no están separados, ya que son dependientes de la conciencia esencial.
Para comprender un poco más las emociones, podemos notar que ocurren a
todas las personas, pero en grados de intensidad diferentes.
Por ejemplo, de estar molesto se puede pasar en mayor intensidad a la ira y esta puede aumentar en intensidad hacia la furia.
Hay personas que experimentan las emociones en forma de intensidad
extrema, al grado de que algunas parecen insensibles y otras muestran
constantemente alegría y optimismo.
La motivación a tomar
decisiones está relacionada con la intensidad de la emoción, lo cual
impulsa la conducta de varias maneras.
El rango de emociones es muy amplio, al producirse las combinaciones de intensidad dentro de cada categoría.
Son fuerzas poderosas que pueden provocar serias consecuencias, como
trastornos psicosomáticos vinculados con la piel o los funcionamientos
gastrointestinales, circulatorios, urinarios, respiratorios, etc.
Muchas enfermedades están directamente relacionadas con el funcionamiento emocional y psicológico.
A modo de ejemplo se pueden señalar: problemas del sueño, asma, colon
irritable, úlceras en el sistema digestivo, problemas sexuales como
frigidez e impotencia, y taquicardias, etc.
En tal estado, no
podemos plantearnos el problema de lo que es la muerte, porque no nos
hemos planteado la cuestión de lo que es la vida.
La existencia que conocemos, es la vida como tal.
Al preguntar si la conciencia, en lo más profundo de sí misma, por eso no tiene necesidad de este miedo.
Eso explicaría por qué se lo mantiene constantemente, alimentado por
las religiones, que se supone son refugios y tranquilizantes.
Ellas alimentan el miedo, impidiendo que la conciencia se perciba tal como es.
Ellas interponen, entre la conciencia y la realidad, y son las pantallas de las doctrinas teológicas.
R.Malak.