EL DESIERTO.-
Cada consciencia alcanza un punto que es un callejón sin salida, un
punto que los sufíes denominan "el desierto" y que es donde sientes que
estás desapareciendo, que te estás muriendo.
El desierto es ese
punto en el que te sientes completamente desesperado, sin significado,
un momento en el que empiezas a considerar el suicidio, un punto en el
que no puedes decidir: qué hacer, qué no hacer, ser o no ser. Toda
consciencia debe enfrentarse, con el desierto antes o después, porque
nunca serás realmente maduro sin pasar a través del desierto.
Eso es parte del aprendizaje de todo espíritu. De hecho cuando empiezas a
enfrentarte con el desierto, empiezas a pensar en la religión. Cuando
las cosas van bien, ¿a quién le preocupa la religión? ¿Quién contempla?
¿Quién medita? ¿Quién reza?
Cuando las cosas no van bien comienzas a pensar que hay algo
en ti básicamente equivocado.
Es un fenómeno curioso: siempre que una persona tiene todo lo que
necesita se encuentra con el desierto. La sociedad opulenta se encuentra
con el desierto. La sociedad pobre todavía está muy alejada de él. La
opulencia te aproxima al desierto, porque tienes todo lo que esperabas:
tienes la mujer que querías, la casa, el dinero, el prestigio, el poder.
Tienes todo lo que siempre soñaste, ahora no hay nada más para soñar:
ha llegado el desierto.
Ahora de repente empiezas a sentir una especie de insomnio. Ni siquiera puedes dormir, el desierto te rodea.
¿Cómo trascender este desierto, el desierto de la falta de sentido, el desierto de la angustia, el desierto del absurdo?
Igual que había cruzado todas las demás barreras, el arroyo trató también de cruzar ésta...
Naturalmente. Siempre reaccionamos a partir de nuestro pasado. Hasta
ahora siempre ha funcionado, por eso pensamos que va a funcionar en
todas las situaciones, pero un día surge una situación en la que tu
pasado es simplemente inaplicable, no funciona. Esa es la verdadera
crisis..., y también, la verdadera oportunidad.
La palabra china
para crisis -no tienen palabras, tienen imágenes-, el ideograma chino
para crisis es hermoso. Consiste en dos pequeñas imágenes, dos pequeños
ideogramas: uno quiere decir peligro, el otro quiere decir oportunidad.
Crisis es peligro y oportunidad; depende de ti. Si continúas
reaccionando basándote en el pasado te suicidarás. Es peligroso. Si
tienes inteligencia para ver que el problema es nuevo y que la respuesta
tiene que ser nueva -las viejas
respuestas no valdrán-, entonces es una gran oportunidad.
Pasando a través del desierto alcanzarás una enorme madurez y una gran integración. Y recuerda, así es como sucede cada vez.
Precisamente la otra noche una hermosa mujer tomó sannyas. Tenía miedo.
Su miedo era significativo: en el pasado no había podido mantener una
promesa, la promesa del matrimonio, por eso tenía miedo de no ser capaz
de mantener su promesa como sannyasin.(*) Pero un matrimonio es un
matrimonio; sannyas no es un matrimonio.
El matrimonio es esclavitud, sannyas es libertad. El matrimonio es una cadena, es una ley. Sannyas es liberación, es amor.
Pero puedes entender que su argumento debe de haberle entrado muy dentro. Quería hacerse sannyasin -una
mujer sincera-, pero tenía miedo de no ser capaz de mantener su
promesa, porque con anterioridad había fracasado: no había podido
mantener la promesa que le había dado a su marido.
Siempre
pensamos basándonos en el pasado. Así es como reacciona todo el mundo.
Éste es el significado de la palabra reacción. Ésta es la diferencia
entre reacción y respuesta. Respuesta significa que la situación es tan
nueva que no
puedes obtener ninguna respuesta desde el pasado; al
darte cuenta de esto respondes a la situación. Vas con la situación, no
piensas en el pasado. Si estás pensando en el pasado y si metes en ello
tu pasado, destruirás la oportunidad de
crecimiento y seguirás comportándote dentro del viejo patrón, la vieja rutina. Esto es lo que sucede.
Has sido cristiano, has sido hindú, ahora te da miedo ser sannyasin.
Crees que esto también es otra iglesia. ¡No lo es! Crees que esto es de
nuevo una organización. ¡No lo es! Crees que esto es volverse de nuevo
parte de un sistema de creencias. ¡No lo es! Estás confrontando algo
absolutamente nuevo, pero naturalmente reaccionas basándote en el
pasado.
Piensas: «Yo era cristiano, ¿qué sentido tiene ahora hacerme sannyasin?».
Sucede todos los días. Un monje budista vino y me dijo:
«Estoy harto de ser monje, por eso no me quiero hacer sannyasin».
Le dije: «Pero esto no es ser un monje. ¡Mis sannyasins no son monjes!».
La palabra "monje" significa "alguien que vive solo", en soledad.
"Monasterio" viene de la misma palabra, "monje": una persona que
renuncia al mundo y vive sola. "Monopolio" viene de la misma palabra, y
"monogamia" también. Todas significan lo mismo, un marido y una esposa,
monogamia. "Monopolio" significa que una persona tiene todo el poder
sobre el asunto.
Un monje es la caricatura de un hombre. Yo
realzo su humanidad, realzo su vida y realzo su amor. Pero naturalmente
cuando llega un monje budista o cuando llega un monje católico piensan:
«¿Qué sentido tiene esto?».
Precisamente hace unos días estuvo
aquí un monje católico. Después de estar en un monasterio católico
durante doce, trece años, consiguió escaparse. Ahora tenía miedo. Me
dijo: «¡Ahora tengo mucho miedo!, te tengo miedo, porque me atraes tanto
que tengo miedo de hacerme tu sannyasin. Y justo ahora me
acabo de escapar, y no quiero volver a entrar en otro sistema».
Existen situaciones en las que te estás enfrentando a algo muy nuevo,
algo a lo que nunca te has enfrentado antes, pero tus ojos están llenos
de pasado. Ellos interpretan de forma antigua y podrida.....