LIBCarlos De La Garza
LIBRE DE LO EXTERNO.-
Uno debiera comprender, y establecer como regla firme, que no hay que
prestar atención a las opiniones de los demás. Uno tiene que estar libre de la gente que lo rodea, y cuando sea libre por dentro, estará libre de ellos.
Es necesario trabajar sobre sí mismo, aprender a no tener prejuicios,
ordenar y observar cada situación como si uno fuese otra persona, solo
entonces uno puede ser justo. Estar justo en el momento de la acción, es
cien veces más valioso que ser justo después.
Solo cuando uno puede
ser realmente imparcial con uno mismo, será capaz de ser imparcial con
los demás. La acción imparcial es la base de la libertad interior, el
primer paso hacia el libre albedrío.
Dentro de nosotros hay un solo
lugar, donde una experiencia puede ocurrir. Si está ocupado por una
emoción negativa, no hay lugar para que una experiencia positiva tenga
lugar.
Para obtener algo verdadero, es necesaria una larga práctica. Trate de realizar primero cosas chicas.
Hay dos clases de "hacer" -la automática, y hacer lo que uno "quiere",
Tome una cosa chica que usted "quiera" hacer y no pueda, y haga de ella
su Dios. No deje que nada interfiera. Si usted “quiere", puede. Sin
desear, nunca "podrá". El "deseo" es la cosa más poderosa del mundo.
Aguantar las manifestaciones de otros es una gran cosa. La última cosa para un hombre.
Si frente a la dificultad con el otro, tengo presente que el otro
morirá, surgirá en ustedes piedad y compasión y finalmente lo amarán.
En el río de la vida el sufrimiento no es intencional. En la vida consciente el sufrimiento es intencional, y tiene gran valor.
Para poder amar, uno tiene que olvidar primero todo lo que sabe sobre
el amor, Haga de eso su aspiración, y busque quién lo dirija. Tal como
somos, no podemos de ninguna manera amar.
Hasta que un hombre no se despoje de sus coberturas, no podrá ver.