Hola a todos, tras leer el libro Arpas Eternas, Vol. 1, p. 158-159., me ha parecido oportuno compartiros mi resumen al respecto.
Los que nos hacemos llamar cristianos, muchos no sabemos que durante el siglo I y II después de Cristo, la naciente cristiandad empezó a concretar y definir cual sería la disciplina espiritual, moral y material, sobre cimentar su existencia futura. Hubo controversias, sobre como juzgar o interpretar la Enseñanza de Cristo y acabaron formando bandos contrarios, llamándose falsarios los unos a los otros, y ocurrió lo que mejor sabemos hacer los humanos: liar la perdiz y confundirnos.
Pedro, Juan, Santiago, Pablo, Los Ancianos del Alto Consejo de Moab intervinieron al principio, para llamar a una coordinación de toda la Enseñanza, analizando punto por punto todo cuanto se había escrito referente al Cristo.
Los Ancianos, Pedro y Juan tuvieron las mismas opiniones, Pablo finalmente también, pero Santiago, frente a la congregación de Jerusalém, constituyó normas judaicas . Es manifiesto que los Ancianos de los Santuarios viéndose ineficaces se encerraron en sus cavernas para evitar persecuciones y penurias y se dedicaron más a cuidar enfermos, indigentes y a copiar los escritos originales oculares de la vida de Cristo.
Pasaron esos dos siglos y despuès de desaparecidos los doce Apóstoles y los más íntimos de Jesús, los Esenios fueron considerados un fracción disidente y todo el tesoro de sabidurÍa divina guardado por estos, se perdió en la sombra de sus cuevas, con el agravante de que lo poco que de esas cuevas pudo salir mediante los Esenios del exterior, ha ido cambiando de forma y contenido a través de los siglos y de la incompresión humana.
Estamos en Navidad y me pareció conveniente ocuparme de un Trabajo Real (y confío que eficaz), detenerme, recogerme en silencio y empezar el año con un DO , con la frase dicha por el Rey de los Cristianos: «Si quieres venir en pos de mí, niégate a ti mismo, carga tu cruz y sígueme». Esta frase no sé cuando ni porqué dejó de ser el inicio para cualquier buscador de la verdad. Los hombres cristianos sin duda hemos ido perdiendo la lucidez y la grandeza del alma necesaria para cumplir con la gran frase de Cristo.
¡Negarse a sí mismo! … Arqueo la ceja izquierda y dudo de que en la actualidad haya alguien que quiera negarse a sí mismo por más cristiano que se considere. Esa frase significa que el mayor de todos era, en el contexto cristiano, ser el servidor de todos. Esa es sin duda la verdadera fraternidad. La renuncia a toda ambición egoísta y personal, sea del orden que sea. Atrás, el que quiere lucrar con el ideal; el que busca erigirse en maestro de los demás; el que busca un pedestal para su nombre; el que llevado por intereses creados, sueña con recoger el fruto material de sus esfuerzos de misionero del ideal. A todo esto obliga el negarse a sí mismo.
Ser inconcientes de nuestra cruz también retarda el tiempo de nuestra verdad y lo retardaría indefinidamente, si no fuera por unos pocos que siguen teniendo fé y confianza en que la chispa sigue estando dentro de cada uno de nosotros e intuimos que el cambio está cerca.
Somos lentos evolucionando, y el tiempo se nos escapa, parece que los siglos desde el inicio de la era cristiana fué ayer y no se mueve nuestro inconsciente un ápice.
Puesto que Todo son octavas, inicio una con " VOY A RECONOCERME, AUN TENGO TIEMPO". (Apunto que hago la intención en abundancia, no en carencia). Le sumo el sentimiento de confianza desde mi emoción, le sumo mentalmente a modo de mantra el VOY A RECONOCERME, AUN TENGO TIEMPO y cierro el triangulo con la energía de mi voluntad.
Os deseo Felices Fiestas, en compañía de todos vuestros seres queridos. Un recuerdo amoroso para aquellos que ya no están y os mando un besazo enorme como siempre , con el mejor sabor de las mandarinas de mi huerto en el Mediterráneo.
Mery