Mirando fijamente a aquel cielo, vi frente a mí caer un ángel; como un ave ya cansada por el sacrificio de un gran viaje. Cada lágrima, cada gota que sus
bellos ojos destilaban hacían mi alma estallar, cada herida, cada sangrado no
controlaban su tristeza al llorar... Muy suavemente toqué sus manos, para así poderlo levantar; pero... Sucedió algo inesperado, un largo
sentimiento; como si el mundo no
fuera igual. Fue como un hechizo; un no sé que en su mirar, fue como un alarido que mi cuerpo
deseaba gritar... Y fue así; como me enamoró ese ángel
caído ése que encontré por casualidad; ése que con su dulzura y tierna mirada... Hicieron mi vida cambiar; porque al ayudar a ése bello ángel, una ilusión volvió a hacerse realidad...
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