Haz una reverencia a la vida en toda su totalidad.
Todos los días hacemos muchas cosas.
Son tantas las cosas,
que perdemos el sentido de porqué hacemos algo.
Viene la tensión, el stress y la amargura en el ser.
¿Por qué no paramos un instante
y mostramos respeto por todo lo que nos cerca?
Desde la persona con quien vives por tanto tiempo,
y con la que trabajas, hasta a la naturaleza.
En la medida que damos respeto a todo,
seremos capaces de entender
el valor intrínseco que hay en todo!