ALMA EXTRAVIADA.
No lo niego fué bello
lo que mi alma vivió,
no le importó nada
ella se rebeló.
Vivió intensamente
a todo se entregó
vibró con emociones
que nunca imaginó.
Nunca esuchó
la voz que le advertía
que tuviera cuidado
que todo iba deprisa.
Ingnoró consejos
y se empapo de amor
se entregó a ese idilio
sin escuchar razón.
Hoy no he sabido de ella,
vacía me dejó,
perdida en un abismo
de desesperación.
Adela Castillo.
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