OTOÑO
Tan hermosa es la tarde, tan de cristal el cielo, que en mi frente se aniña la tristeza que llevo.
Raya un pájaro al aire con su pico de fuego... en mis manos, sus alas me derrama un momento.
Los árboles, al fondo de la luz, mudos, quietos, dejan caer sus últimas alhajas en silencio.
Es otoño el motivo de la hermosura. Siento su pulso rumoroso señoreando el viento.
Si yo pudiera ahora ser como fui otro tiempo... latido del paisaje, total advenimiento
de la tarde que cruzo ¿hacia dónde? No tengo ni siquiera caminos... Los ha borrado el miedo
Federico García Lorca
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