Cada segundo de la vida es bello y no podemos ignorar el tiempo que vivimos, ni menos estar como aletargados, sin vivir un presente que es nuestro único tiempo real y lo desperdiciamos a veces por preocuparnos de un pasado que no vuelve y un futuro que nadie sabe bajo qué ropaje se nos presentará. Disfrutemos cada brisa de la mañana, del aroma que nos regalan las flores frescas, salpicadas del matinal rocío; dejemos sentir en nuestra piel, los benéficos rayos de un sol que es la fuente de la vida, de la energía que gozamos, del calor que derrite los inviernos y que hace que cada mañana se renueven nuestras esperanzas de lograr la esquiva felicidad. En nuestra existencia, no hay sino un solo tiempo: EL PRESENTE.
Escrito por alonso rivera