Allá, allá en la montaña, allá cerquita del río,
nació en noches de luna, bajo las estrellas, tu querer y el mío.
Arboles que nos dieron su sombra amorosamente,
corteza del tronco viejo donde yo grabé tu nombre.
Sol, sol de mis montañas, suave rumor de mi río,
se fué la que más quería y hoy lloro por su desvío.
Se fué, se fué una mañana...
Gero