RIMAS
 
II
 
Saeta que voladora
Cruza, arrojada al azar,
Sin adivinarse dónde
temblando se clavará;
 
Hoja que de árbol seca
arrebata el vendaval
sin que nadie acierte el surco
donde a caer volverá;
 
Gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar,
y una rueda y pasa, y no sabe
qué playa buscando va;
luz que en cercos temblorosos
brilla, próxima a expirar,
ignorándose cuál de ellos
el último brillará;
 
ese soy yo, que el acaso
cruzo el mundo, sin pensar
de dónde vengo, ni adónde
mis pasos me llevarán.
 
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
 
 ( 1836 - 1870)