Con mucho sacrificio solamente puedo hacerlo los Domingos, porque trabajo incluso los sábados, para ganar un dinero extra y sustentar el resto de la familia.
Felizmente cuento con o mi inseparable esposo, que desempeña, para mi, importante papel de amigo e consejero espiritual.
Se usted aún no sabe, soy la madre de aquel joven que su hijo asesinó estúpidamente en un asalto a una vídeo locadora, donde mi hijo, trabajaba durante el día para pagar sus estudios en el periodo nocturno.
El próximo domingo, cuando usted se encuentre abrazando, besando y haciendo cariño en su hijo, yo estaré visitando el mío y depositando flores en su humilde túmulo, en un cementerio de la periferia de Sao Paulo...
Ah! me estaba olvidando: ganando poco y sustentando la casa, puede quedarse tranquila, que yo voy pagar nuevamente el colchón que su querido hijo incendió en la última rebelión que aconteció en la Febem, con los impuestos que el Gobierno retira de mi salario.
En el cementerio, y tampoco en mía casa, NUNCA apareció ningún representante de estas "Identidades" que tanto la reconfortan, para me dar una palabra de conforto, y talvez me indicar "Mis derechos"