PERO ESCRITO
UNA MAÑANA NUBLADA
DE OCTUBRE
Cada ciudad es su postal y no hay más
excepto este aire que palidece
en vórtices de palomas
anárquicas, hartas de tanto pasado
Palomas disociándose:
sinfonía rabiosa en los rincones
eclosión de soledades grises
se dispersan y dibujan
la tartamudez de las plazas
Llueve. Imagino un cuadro
que cuelga torcido
tras una ventana cualquiera.
NO RECUERDO EL AUTOR