H OLA A TODOS!! FELIZ FIN DE SEMANA
Les dejo este lindo cuento, que nos hace recordar que muchas veces, todo aquello que pueda parecernos una pérdida, no lo es en realidad, y que en cambio representa una oportunidad vacante para que entre algo muy bueno a nuestra vida y que estábamos esperando...
Habrá que hacer como recomiendan estos duendes, y buscar con el corazón abierto ese hermoso regalo de la Vida...
Con todo mi cariño para ustedes!!!!
Luminosa y mágica tarde!!!
besos
Cuenta la historia que, debajo de Salsipuedes, existe un lugar llamado Copihuapi.
Este lugar mágico está habitado por unos duendes pequeñitos, apenas del tamaño de un gatito pequeño... Sus narices son puntiagudas y sus orejas largas, casi tan largas como las de los conejos. Viven en forma muy organizada. Cada uno de ellos tiene una función específica que debe cumplir para que la comunidad no se desarticule.
Hay cocineros, lavadores, médicos de duendes, maestros, agricultores, bomberos, pintores, constructores de casitas y todas las profesiones necesarias para que su sociedad siga adelante con comodidad. Excepto una: no hay fabricantes de gorros.
Ningún copihuapense pudo aprender a hacer gorros ni sombreros y todos andarían con la cabeza descubierta si no fuera porque salen por las noches a cazar medias.
Cuando todo mi pueblo está inmóvil y el silencio se trenza con la oscuridad bajo los álamos... a la hora en que la luna sube a lo más alto del cielo, los duendes salen, esperan a que los chicos estén soñando con ángeles y misterios, para asomarse, despacito y silenciosamente, y empezar la cacería de medias...
Como son muy coquetos no les gusta usar el mismo gorro todos los días ni tener gorros del mismo color, por eso capturan una sola media de cada par y las llevan poco a poco para que nadie sospeche....
Imaginen que, de pronto, en una casa falten todas las medias que corresponden a los pies derechos de la familia... se armaría un lío bárbaro... todos andarían con un pie desabrigado y buscarían resolver el misterio de la desaparición.
En cambio, al faltar sólo alguna, los grandes creen que se la tragó el lavarropas o que se la llevó el perro para mordisquearla.
Apenas cazan una media, los duendes se la ponen en la cabeza.
Algunos la usan con la punta anudada, otros la arremangan hasta que queda como un casquito y también están los que la llevan con el extremo colgando y le cosen un adorno (como un cascabel, un pompón o un botón dorado).
Después vuelven a su hogar y cuando se reúnen con sus amigos presumen y compiten para ver quién lleva el gorro más bonito.
Pero los duendes de las medias deben cumplir con el mandato del hada guardiana del reino, y son muy agradecidos.
Cuando se llevan una media, deben dejar a cambio un obsequio para quien había sido su dueño.
Casi siempre son cosas que pasan desapercibidas, cosas que llegan sin que nos demos cuenta, como un sueño muy lindo o un deseo que se cumple, algún objeto que creímaos perdido y mágicamente lo vemos allí tan cerca nuestro...
Una brisa fresca que entra por la ventana con perfume a flores aunque no tengamos jardín....
Un llamado del ser querido o un encuentro largamente deseado y que se cumple....
Pero a veces nos dejan cosas que sí podemos tocar, aunque no sepamos cómo llegaron: una piedrita de hermoso color, un bello pájaro que se posa en nuestra ventana y nos arrulla con su canto, o una mariposa que revolotea a nuestro alrededor...
Lo importante es que los chicos ( y los grandes también) sepan, que cuando falta una media no se perdió por descuido
No hay que enojarse o ponerse triste....
Sino que, todo lo contrario... significa que en realidad, un copihuapense la cazó y, seguramente, anda por Copihuapi luciéndola sobre su cabeza y a cambio nos dejó algo hermoso para nosotros....solo basta que estemos con el corazón abierto
para recibirlo...
Besos
Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es
intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.
Mario Benedetti