Hay encuentros que marcan, el nuestro marcó un antes y un despues de nosotros mismos, el sentimiento se niega a desaparecer, ni el tiempo, ni la distancia, ni el olvido, mucho menos el olvido, eso no existe entre tu y yo. ¿Como le decimos al corazón que pare, para bajarnos? El lazo está ahí, firme, apretado, consolidado por el tiempo, afianzado en medio de los dos, que lo miramos atonitos, y perplejos, Hemos dado mil vueltas, hemos tratado de escapar, de borrar, pero es como una ola del mar, va, se aleja, pero siempre vuelve, y vuelve, siempre hay un regreso, siempre hay un volver,, siempre hay una pieza que encaja con la otra, siempre hay un concavo y un convexo, siempre una busqueda y un encuentro siempre una jarra vacia y enseguida el agua que la desborda, siempre una mirada y el reflejo de la otra, siempre está el espacio y en seguida la presencia que lo repleta, siempre está el recuerdo y la pasion, Nada desaparece, nada se marcha, todo permanece, todo está, todo crece, sin tomarnos en cuenta, sin preguntarnos nada, tus ojos siguen reflejando el cariño, la pertenencia, la búsqueda, y los mios siguen anidandolos, acogiendolos, mimandolos, hay un pedir, y enseguida un dar a manos llenas, una unión, un imán, dos mitades que se ajustan a la perfección, sin que quede ni un solo espacio en blanco, Siempre tú, siempre yo, Encontrandonos.
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