Leyendo y meditando sobre diversas tradiciones espirituales, aprendí la importancia de abrir nuestros corazones y abandonar nuestra actitud ego-centrada, para que exista la paz, alrededor de nuestras existencias.
La mayoría de los mensajes relacionados con este tipo de filosofía, me alertaron que me apegar a mi imagen, sería criar un instrumento para el sufrimiento.
No podemos mezclar la vanidad y auto-estima en este concepto, pues es totalmente diferente a la arrogancia de nuestras actitudes.
Vamos reconocer que el hábito de considerar nuestro “YO” como percepción verdadera y realista, está dentro da nuestra sangre desde el nacimiento, por lo tanto, no es una novedad que en la medida que vamos siendo derrotados por nuestras limitaciones, existan mudanzas que den el equilibrio necesario para la procura de nuevos horizontes..
Entre ellas, abrir el corazón, que es una actitud poco frecuente en nuestra cultura occidental. Aprendemos tantas veces a fechar el corazón para protegernos, que abrirlo, se transformaría en un grande desafío.
Maravillosa semana para ti amiga (o)...
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