Señorita, si ya perdió su virginidad... ¿Me podría regalar la cajita donde venía?
- Si estás buscando el tocador de damas, no busques más… Soy yo.
- Hola, perdí mi número de teléfono, ¿me prestas el tuyo?
-Tus ojos son como mis pantalones, negros y rasgaos...