Todos los días, cuando despiertes, mira al sol.
Vas a ver que el sol no para, a pesar de lo que pueda estar sucediendo alrededor de él.
El sol no se perturba si alguna nube trata de interrumpir su brillo, o que alguien cierre la ventana en su cara.
Todos los días, antes de irte a dormir, piensa en el día que tuviste. Siéntete como si fueras un sol, poniéndose en el horizonte, después de un día de trabajo perfecto, para alistarse a nuevamente nacer el día siguiente.
De nuevo contigo al iniciar un nuevo dia,
para desearte que sea mágico,
que lo disfrutes a plenitud con muchas alegrias,
Dios derrame abundantes bendiciones sobre ti y tu familia y que su Paz viva en ti!
Te mando un grande y apretado abrazo
con mis afectos!
JULIA