LOS
AMANTES
Ved en sombras el cuarto, y en el
lecho
desnudos, sonrosados, rozagantes,
el nudo vivo de los dos
amantes
boca con boca y pecho contra pecho.
Se hace más apretado el
nudo estrecho,
bailotean los dedos delirantes,
suspéndese el aliento unos
instantes...
y he aquí el nudo sexual deshecho.
Un desorden de sábanas
y almohadas,
dos pálidas cabezas despeinadas,
una suelta palabra
indiferente,
un poco de hambre, un poco de tristeza,
un infantil deseo
de pureza
y un vago olor cualquiera en el
ambiente.
Baldomero Fernandez
Moreno