Cuando decidimos cambiar una actitud negativa, estamos creciendo.
Cuando decidimos corregir un error, estamos evolucionando.
Cuando dejamos de hacer algo que nos empequeñece, estamos desarrollándonos.
Todos los días la vida nos presenta oportunidades de crecer.
Para proyectarse en el tiempo como algo duradero, este cambio debe ser paulatino y consciente
Si logramos desprendernos de esas hojas que no necesitamos mientras desarrollamos nuestra esencia, también podremos dar frutos y transformarnos