Altivo y arrogante caminas por la vida, lastimando corazones enamorando niñas... Te crees que tenés ganado el paraíso, porque todo fácil ha sido en tu camino. Pero no confíes en tu buen destino, que todo se revierte al primer desatino. Y cuando pase el tiempo y pinten tus cabellos, esos hilos de plata que a todos nos conmueven, puedes que estés solo sin nadie que te quiera. Será el momento entonces que pagues con dolor, las angustias que causates siempre a tu alrededor. Deja ya la posición de querer ser el lucero, procede como un ser de la vida terrenal. Las estrellas son eso, solamente estrellas y vos sos sólo un hombre tan simple y tan mortal.