MI
PADRE.
La nobleza
del alma es su nobleza;
la gloria
del deber forma su gloria;
es pobre,
pero forma su pobreza
la
página
más grande de su historia.
Siendo el
culto de mi alma su cariño,
la suerte
quiso que al honrar su nombre
fuera
el
amor que me inspiró de niño
la
más
sagrada inspiración del hombre.
Quiera el
cielo que el canto que me inspira
siempre
sus
ojos con amor lo vean
y
de todos
los versos de mi lira
éstos
los
dignos de su nombre sean.
Por:
Juan
de Dios Peza – Poeta Mexicano.
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