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General: La Palabra de Dios no pasa jamás
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Gilbert  (Mensaje original) Enviado: 30/07/2009 15:47
La Palabra de Dios no pasa jamás
(Estudio en Mateo 5:17-21)

1.- Versículo para Memorizar

"De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." (Mateo 5:19)

2.- Enseñanza Bíblica

La Palabra de Dios es una. No cambia. Sin embargo y al amparo de que estamos en el tiempo de la gracia, hay quienes pretender asumir en su vida solamente los versículos que les convienen. Viven una religión de amaño. Esa es la razón por la que decenas de personas dicen: "No quiero comprometerme con ninguna denominación en particular". Y aseguran, de paso, que cada quien puede vivir a Cristo a su manera. En cierta medida tienen razón, pero en otra no. Lo primero es que sí, una persona puede aprender los principios bíblicos y vivenciarlos, pero –viene lo segundo—es que debe primar la koinonía que sólo se experimenta al interior de una iglesia cristiana.

2.1.- La vigencia de las enseñanzas de toda la Biblia (Mateo 5:17, 18).

Cuando vamos a las Escrituras, encontramos que todas las enseñanzas son válidas para nuestro tiempo, excepto las de carácter sacrificial que fundamentalmente están descritas en el libro de Levítico y que hablan del sacrificio de animales para la expiación del pecado del pueblo.

No obstante hay recomendaciones que, teniendo origen en Dios mismo, desconocemos. Un ejemplo: las grasas. Está comprobados los daños que provocan a la salud y que, para ilustrarlo simplemente, podemos ver de qué manera se manifiestan en el ser humano con arteriosclerosis. La lista, a partir de allí, es muy extensa.

Otra recomendación Escritural es que no se consuma sangre. Pese a ello en muchos países es frecuente la elaboración de embutidos a partir de este elemento. Las consecuencias para la salud son desastrosas. Además, los primeros cristianos, como leemos en Hechos 15, reafirmaron ese principio.

¿Y qué decir del cerdo? Al menos en Latinoamérica es una de las carnes de mayor consumo. Pero la recomendación divina de no consumirlo (Ver Levítico 11:17) sigue vigente. Si no lo cree, pregúntele a su médico los peligros que encierra consumir este alimento.

Esto que acabamos de mencionar, solo en lo que comprende a la alimentación. Pero hay más: las enseñanzas bíblicas aplicables a nuestra relación con Dios y con quienes nos rodean. Son tan vigentes ahora como lo fueron en el momento en que se socializaron entre el pueblo. Aplicar tales principios es eficaz. Esa es una de las poderosas razones por las que el Señor Jesús dijo a su pueblo y a nosotros hoy: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. " (Mateo 5:17, 18).

Cristo especificó que no vino a abrogar (del griego kayaluc) que traduce "desatar, deshacer, dejar sin validez, anular o abolir. Si Él estuvo en el monte Sinaí se proclamaron las leyes para el pueblo de Dios, que somos nosotros, ¿cómo habría de invalidarlas? Tenga presente que el amado Señor Jesús es Dios hecho hombre (Ver Juan 16:28; 18:37).

La Ley (del hebreo torah) comprende toda la voluntad revelada de Dios (ver com. Salmos 119: 1, 33; Proverbios 3: 1). La expresión "la ley y los profetas" representa la división de las Escrituras del Antiguo Testamento en dos partes (Matero 7: 12; 11: 13; 22: 40; Lucas 16: 16; Juan 1: 45 y Romanos 3: 21). Esta clasificación se encuentra también en la antigua literatura judía (ver 4 Marcos 18: 10). Sin embargo, la división más común entre los judíos era la triple división: la ley, los profetas y los salmos (Lucas 24: 44), o, según el título de la Biblia hebrea, "Ley, Profetas y Escritos". El contexto indica que con toda probabilidad Jesús se estaba refiriendo en primera instancia a la ley moral y a los estatutos civiles contenidos en los libros de Moisés y confirmados por los profetas.

2.2.- Las enseñanzas de la Biblia son para cumplirlas (Mateo 5:19)

Resulta interesante estudiar la declaración del Señor Jesús cuando dice: "De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." (Mateo 5:19)

Los maestros de la ley en la época, aunque tenían sobre sus hombros la enorme responsabilidad de enseñar la Palabra, eran quienes invalidaban con sus tradiciones la misma Palabra (Mateo 15:3, 6¸ Marcos 1: 22, 44; 2: 19, 24; 7: 1-14; Lucas 6: 9). Jesús mismo era el cumplimiento de las predicciones mesiánicas (Lucas 24:44) y por tal motivo, ninguna de sus premisas para el pueblo, venía a restarles la importancia que les correspondían (1 Pedro 1:11; Juan 5:39; Lucas 4:21).

Igual ocurre en nuestro tiempo. Iglesias puede haber. La diferencia la marca la fidelidad que demuestren a las enseñanzas bíblicas. Como cristianos y si nos declaramos discípulos, debemos cumplir (del griego pl^roc) que traduce "completar, llenar". Desde la antigüedad quedó claro que algo que identifica al pueblo de Dios es la fidelidad a Sus enseñanzas (Isaías 59:78).

2.3.- Las Escrituras son para vivenciarlas (Mateo 5:20)

La Palabra de Dios es para vivenciarla. Es uno de los claros postulados que dejó el Señor Jesús cuando dijo: "Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. (Mateo 5:20)

Si algo no podemos esperar es que sigamos como siempre, recibiendo Palabra pero sujetos a nuestros propios principios, y que Dios se agrade de nuestro accionar. En absoluto. El Señor espera de nosotros un crecimiento personal y espiritual, y ése crecimiento sólo se logra cuando no solamente dependemos de Él sino que vivimos conforme a Sus enseñanzas.

3.- Preguntas para reflexionar:

a.- ¿Considera usted que es posible vivir la vida cristiana a la manera de cada quien, sin necesidad de congregarse en ninguna iglesia? ¿Explique por qué?

b.- ¿Cuáles podrían ser las enseñanzas del Antiguo Testamento que podrían estar abolidas?

c.- ¿Cuáles considera que son los principios bíblicos del Antiguo Testamento que no tienen aplicación para nuestro tiempo?

d.- ¿Por qué debemos cumplir los principios bíblicos? ¿Cuál es la apreciación que tiene Dios de los creyentes que obran en consonancia con Su Palabra?

e.- ¿Está usted en consonancia con las enseñanzas bíblicas poniéndolas en práctica en su vida?

4.- Lecturas Devocionales para la semana:

Lun.: Filipenses 3:1-21; Mar.: Apocalipsis 19:1-10; Mié.: Jonás 2:1-10; Jue.: Nahúm 1:1-14;
Viernes
: Malaquías 1:1-14; Sábado: Mateo 11:25-30; Domingo: Juan 4:1-42.

COMPARTIENDO CON AMOR EN CRISTO JESUS POR

 ©  Fernando Alexis Jiménez.



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: LOLY-AMOR Enviado: 30/07/2009 22:44

"De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." (Mateo 5:19)

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