Mi CORAZON PARA TI
Se cuenta una historia del ya ausente y famoso escapista harry Houdini, que nos permite vislumbrar el interior de su corazòn.
A principios de su carrera, cuando aùn estaba en un desconocido teatro de variedades, èl y su joven esposa subsistìan de una semana a otra sin reserva de alimentos o dinero. Una tarde, decidiò ir al supermercado a comprar productos alimenticios. En pocos minutos ya habìa regresado y estaba sentado en la mesa de la cocina, llorando incontrolablemente.
Sin certeza de lo ocurrido, pero temiendo lo peor, su esposa intentò averiguarlo y ofrecerle consuelo. Al fin, controlando sus sollozos, le contò que no lo habìan lastimado ni asaltado. Explicò que en su camino al mercado, se acercò a un joven lisiado que mendigaba alimentos. Al instante, le ofreciò al hombre todo lo que tenìa y luego regresò al apartamento.
Por què Harry Houdino lloraba, entonces? Habìa hecho algo noble. Tal vez estaba molesto porque al ser tan impulsivo, èl y su esposa se quedaron sin nada. No, èl no sentìa dolor por ellos. Lloraba por no tener màs para dar.
Harry Houdini, aquel dìa dejò constancia de la mayor de las dàdivas. Mostrò compasiòn, y es esta la que mantiene fresco y renovado nuestro corazòn. Hace miles de años, Homero dijo algo asì:
"A pesar de todo, instruido por el tiempo, mi corazòn ha aprendido a resplandecer para el bien de otros, y se conmueve ante el infortunio de ellos."
Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestìos de tierna compasiòn, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia.
Colosenses 3:12
del libro Amanecer con Dios