Del alba del tiempo vinimos,
y bajamos silenciosamente
a través de los siglos,
para ayudar a las personas.
Los ángeles somos amigos enviados por
Dios del cielo para brindar días innolvidables
y para guiar por el buen camino,a sus hijos.
Cuidamos de cada uno,el mas presiado tesoro
El alma.
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta
de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese
tiempo lo más que pudiera”.
Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva
pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que
significan.
Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que
cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando
los demás duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo,
me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente
mi cuerpo, sino mi alma.
A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que
dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen
cuando dejan de enamorarse!
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese
a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez,
sino con el olvido.
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres...
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma
de subir la escarpada.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño
puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado
por siempre.
He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a
otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.
Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes,
pero realmente de mucho no habrán de servir, porque
cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me
estaré muriendo.
Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser
el guardián de tu alma.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría
“te quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad
para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy
es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te
quiero, que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.
Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana
nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste
tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste
muy ocupado para concederles un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo
mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo
para decirles “lo siento”, “perdóname”, “por favor”, “gracias”
y todas las palabras de amor que conoces.
Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.
Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.
Demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.”
Pensamientos de
GABRIEL GARCIA MARQUEZ