|
I Tiempo soy entre dos eternidades. Antes de mí la eternidad y luego de mí, la eternidad. E1 fuego; sombra sola entre inmensas claridades.
Fuego del tiempo, ruidos, tempestades; sí con todas mis fuerzas me congrego, siento enormes los ojos, miro ciego y oigo caer manzanas soledades.
Dios habita mi muerte, Dios me vive. Cristo, que fue en el tiempo Dios, derive gajos perfectos de mi ceiba innata.
Tiempo soy, tiempo último y primero, el tiempo que no muere y que no mata, templado de cenit y de lucero. II Ninguna soledad como la mía. Lo tuve todo y no me queda nada. Virgen María, dame tu mirada para que pueda enderezar mi guía.
Ya no tengo en los ojos sino un día con la vegetación apuñalada. Ya no me oigas llorar por la llorada soledad en que estoy, Virgen María.
Dame a beber del agua sustanciosa que en cada sorbo tiene de la rosa y de la estrella aroma y alhajero.
Múdame las palabras, ven primero que la noche se encienda y silenciosa me pondrás en las manos un lucero.
Poema:
de Carlos Pellicer |
|
| | | | | |
| |
|
|
Primer
Anterior
2 a 2 de 2
Siguiente
Último
|
|
De: VAINICA |
Enviado: 17/08/2009 18:26 |
Eres bienvenida a nuestra casita, gracias por estar aqui.
Tenemos varios paneles , date una vuelta por ellos y
comparte bellos mensajes.
Saludos de la administración.
*Fondo por Vainica* | | | |
|
|
|
|