Enseñame, Señor, a ser dulce y delicada en todos los acontecimientos de la vida:en los desagrados,en la inconsideración de otros, en la insinceridad de aquellos en quienes, confiaba, en la falta de fidelidad de aquellos en quienes yo descansaba. Dejame que yo me ponga a un lado, para pensar en la felicidad de los otros ; que oculte mis penillas,y mis angustias, para que asi sea yo la única en sufrir sus efectos. Enseñame a aprovecharme del sufrimiento que se me presenta en el camino. Déjame que lo use de tal manera que sirva para suavizarme.no para endurecerme ni amargarme; de modo que me haga paciente no irritable, generosa en mi perdón, no mezquina, altiva e insufrible. Que nunca alguien sea menos bueno por haber percibido mi influencia, Que nadie sea menos puro, menos veraz, menos bondadoso, menos digno, por haber sido mí compañero de camino en nuestra jornada hacia la VIDA ETERNA.En tanto que voy dando vueltas de una distracción a otra, dejame susurrar de rato en rato una palabra de amor a tí. Que yo viva mí vida en lo sobrenatural llena de energia para el bien, y vigorosa en su empeño de santidad. |