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AMOR 14 de febrero
La
palabra amor se ha vendido tanto que hoy parece ser muy barata. Desde
China hasta México, pasando por Europa, África, Asia y Oceanía, este
día se festeja con corazones rojos, con rosas, con tarjetas, con besos.
Hay abrazos y regalos por todos lados. Según el país donde uno viva, es
el día de San Valentín, el día del cariño, el día de los enamorados,
día del amor y de la amistad.
Para los católicos piadosos, no
es más que el día en que se conmemora el martirio de un sacerdote que
casaba en secreto a parejas y que fue muerto por órdenes imperiales.
Para los comerciantes no es más que uno de los mejores días para vender
de todo, desde un chocolate hasta una noche (o horas) en el hotel.
¿Todo esto es el amor?
Hay que reconocer que en español hay una
diferencia sustancial entre cariño, afecto, fraternidad y amor. Si
hablamos desde el punto de vista cristiano, la palabra amor tiene una
de las raíces más importantes en el ágape de la iglesia primitiva. El
griego conocía el “ágape”, pero también “eros” y también “filia”. La
palabra que Pablo usa en 1 Corintios 13 es “ágape”. Esta palabra
evolucionó hasta convertirse en sinónimo de “fiesta fraternal”: hoy
existe en español. Ágape es un amor que trasciende, el lazo que hay
entre el ser humano y la divinidad, que lo hace volver una y otra vez a
su Señor y Creador. Dios es “ágape”, por “ágape” Jesús murió por los
pecadores, es el “ágape” el que hace que un cristiano deje todo por su
Maestro. En fin, que el “ágape” es una actitud clásica cristiana,
neotestamentaria. ¿Este es el amor que se celebra el 14 de febrero?
“Eros”,
el amor y la pasión, el deseo apasionado, eso es lo que el mundo
festeja hoy. Eso es lo que Cupido, personaje de invención helénica, no
cristiana, quiere despertar en la joven princesa “Psique”. Y eso es lo
que hoy, principalmente, se festeja. No hay aquí un juicio moral, no es
que esté diciendo que eso es malo o bueno. Esto es la constatación de
un hecho que cualquier observador sabe. A eso se refieren las bromas,
los regalos y la parafernalia del 14 de Febrero. Lo más noble a lo que
llega la sociedad moderna en ese festejo es la celebración de la
“filia”, lo que atrae entre amigos, parientes, compañeros de trabajo.
El ágape ha sido desterrado o encerrado en iglesias y templos
religiosos.
No conozco la vida de Valentín, pero si era un
cristiano del siglo III, seguramente no estaba pensando sino en el
“ágape”; por eso murió, por el “ágape” fue testigo (mártir) de
Jesucristo. Por cierto que “caridad” es una mala traducción al latín.
En este vetusto idioma, no había una palabra que tuviera todo el
sentido del término griego. Jerónimo utilizó “charitas” por
eliminación, era la menos peor para traducir lo que se repetía como
estribillo por las páginas del Nuevo Testamento. En todo caso, hoy no
se célebra ni “ágape” ni “caridad”, hoy se celebra “eros” y “filia”.
Y
aquí si que viene la parte moral: las iglesias deberían empeñarse en
transmitir el mensaje cristiano de amor. El amor que Dios tuvo por la
humanidad, el amor del creyente a Jesús, el amor que nos hace mejores
personas, mejores ciudadanos. No es que se destierre “eros”. No fue la
intención de Jesús desterrarlo. Tampoco lo fue de Pablo: la pasión, lo
erótico no es malo sino cuando esclaviza. Los deseos de la carne no es
pecado, el pecado es la decisión de no seguir a Dios. Por lo tanto, sin
“ágape”, “eros” se puede volver el dios a quien el hombre rinde
tributo. Ese es el peligro de hoy, que de tanto hablar de erotismo, y
de paso hacerlo mal, lleno de prejuicios, se caiga en el otro extremo:
pornografía de todo tipo, pornografía que degrada a “eros” pues vuelve
comercio aquello que debiera ser un placer espiritual y carnal. La
pornografía no es más que prostitución del alma.
¿Qué pues? ¿No
daremos regalos? ¿No los aceptaremos? ¿Nos iremos a rezar y a darnos
golpes de pecho porque se deshonra el amor de Dios? Claro que no. El
cristiano está llamado a ser hombre en este mundo, mostrar su fe entre
sus semejantes y en hacerlo con respeto y tolerancia. Así que regalemos
flores, tarjetas y abrazos a quienes amamos… seamos parte del “free
huge” entendiendo que el mayor “free huge” de toda la historia es ese
que dio Dios a la humanidad por medio de Jesucristo.
¡Feliz día del amor!
de la red
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