Con el hondo sufrir tan angustiado fijo en el rostro de la Dolorosa, hizo Salzillo a Virgen más hermosa, que ningún escultor había tallado.
Prendidos en la magia atormentada, de la Divina Madre de los Cielos, condensó en ella el pueblo sus anhelos, para hacerla su imagen venerada.
Y mientras en la altura de su nido, la Patrona de Hellín quedó en olvido siempre muda y eterna en su Santuario.
Otorgando tus dones de ternura que nos elevan hacía las Alturas, y dirige las almas, al Rosario.
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