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General: SAN JUAN BAUTISTA
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De: VAINICA  (Mensaje original) Enviado: 24/06/2010 21:44

        

 

 

      

 

Nacimiento de Juan el Bautista

24 de Junio

 

Este es el único santo al cual se le celebra la fiesta el día

de su nacimiento.

San Juan Bautista nació seis meses antes de Jesucristo

 (de hoy en seis meses - el 24 de diciembre - estaremos

 celebrando el nacimiento de nuestro Redentor, Jesús).

El capítulo primero del evangelio de San Lucas nos cuenta

de la siguiente manera el nacimiento de Juan: Zacarías

 era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel,

 y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos,

 un día cuando estaba él en el Templo, se le apareció un

 ángel de pie a la derecha del altar.

Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo: "No tengas miedo,

 Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y

que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a

quien pondrás por nombre Juan. No beberá vino ni

 cosa que pueda embriagar y ya desde el vientre de su

madre será lleno del Espíritu Santo, y convertirá a

muchos para Dios".

Pero Zacarías respondió al ángel: "¿Cómo podré

 asegurarme que eso es verdad, pues mi mujer ya es

 vieja y yo también?".

El ángel le dijo: "Yo soy Gabriel, que asisto al trono de

 Dios, de quien he sido enviado a traerte esta nueva.

Mas por cuanto tú no has dado crédito a mis palabras,

 quedarás mudo y no volverás a hablar hasta que todo

 esto se cumpla".

Seis meses después, el mismo ángel se apareció a la

 Santísima Virgen comunicándole que iba a ser Madre

 del Hijo de Dios, y también le dio la noticia del

 embarazo de su prima Isabel.

Llena de gozo corrió a ponerse a disposición de su

prima para ayudarle en aquellos momentos. Y habiendo

 entrado en su casa la saludó. En aquel momento, el

 niño Juan saltó de alegría en el vientre de su madre,

porque acababa de recibir la gracia del Espíritu Santo

 al contacto del Hijo de Dios que estaba en el vientre

de la Virgen.

También Santa Isabel se sintió llena del Espíritu

Santo y, con espíritu profético, exclamó: "Bendita tú

eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de

 tu vientre. ¿De dónde me viene a mí tanta dicha de

que la Madre de mi Señor venga a verme? Pues en ese

instante que la voz de tu salutación llegó a mis oídos, la

 criatura que hay en mi vientre se puso a dar saltos de

 júbilo. ¡Oh, bienaventurada eres Tú que has creído!

 Porque sin falta se cumplirán todas las cosas que se

te han dicho de parte del Señor". Y permaneció la

 Virgen en casa de su prima aproximadamente tres

 meses; hasta que nació San Juan.

De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez,

siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó

 al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto

 con la naturaleza le acercaba más a Dios. Vivió toda

su juventud dedicado nada más a la penitencia

 y a la oración.

Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como

 alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance:

frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas

 y miel silvestre. Solamente le preocupaba el

 Reino de Dios.

Cuando Juan tenía más o menos treinta años, se fue

 a la ribera del Jordán, conducido por el Espíritu Santo,

 para predicar un bautismo de penitencia.

Juan no conocía a Jesús; pero el Espíritu Santo le dijo

 que le vería en el Jordán, y le dio esta señal para que

 lo reconociera: "Aquel sobre quien vieres que me poso

 en forma de paloma, Ese es".

Habiendo llegado al Jordán, se puso a predicar a las

gentes diciéndoles: Haced frutos dignos de

penitencia y no estéis confiados diciendo: Tenemos

por padre a Abraham, porque yo os aseguro que Dios

 es capaz de hacer nacer de estas piedras hijos de

 Abraham. Mirad que ya está el hacha puesta a la raíz

 de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto, será

 cortado y arrojado al fuego".

Y las gentes le preguntaron: "¿Qué es lo que debemos

 hacer?". Y contestaba: "El que tenga dos túnicas que

 reparta con quien no tenga ninguna; y el que tenga

alimentos que haga lo mismo"…

"Yo a la verdad os bautizo con agua para moveros a la

 penitencia; pero el que ha de venir después de mí es

 más poderoso que yo, y yo no soy digno ni siquiera de

 soltar la correa de sus sandalias. El es el que ha de

 bautizaros en el Espíritu Santo…"

Los judíos empezaron a sospechar si el era el Cristo

 que tenía que venir y enviaron a unos sacerdotes a

preguntarle "¿Tu quién eres?" El confesó claramente:

 "Yo no soy el Cristo" Insistieron: "¿Pues cómo bautizas?"

 Respondió Juan, diciendo: "Yo bautizo con agua, pero

 en medio de vosotros está Uno a quien vosotros no

 conocéis. El es el que ha de venir después de mí…"

Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en

 busca de Juan para ser bautizado. Juan se resistía

a ello diciendo: "¡Yo debo ser bautizado por Ti y Tú

vienes a mí! A lo cual respondió Jesús, diciendo: "Déjame

 hacer esto ahora, así es como conviene que nosotros

 cumplamos toda justicia". Entonces Juan condescendió

 con El.

Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del

agua, y mientras hacía oración, se abrieron los cielos y

 se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de

 paloma y permaneció sobre El. Y en aquel momento se

oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy

amado, en quien tengo todas mis complacencias".

Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro,

 y al verlo dijo a los que estaban con él: "He aquí el

 Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este

 es aquél de quien yo os dije: Detrás de mí vendrá un

 varón, que se ha puesto delante de mí, porque

 existía antes que yo".

Entonces Juan atestiguó, diciendo: "He visto al Espíritu

en forma de paloma descender del cielo y posarse

 sobre El. Yo no le conocía, pero el que me envió a

 bautizar con agua, me dijo: Aquél sobre quien vieres

 que baja el Espíritu Santo y posa sobre El, ése es el que

 ha de bautizar con el Espíritu Santo. Yo lo he visto,

 y por eso doy testimonio de que El es el Hijo

 de Dios".

Herodías era la mujer de Filipo, hermano de Herodes.

 Herodías se divorció de su esposo y se casó con Herodes,

 y entonces Juan fue con él y le recriminó diciendo: "No

 te es lícito tener por mujer a la que es de tu hermano";

 y le echaba en cara las cosas malas que había hecho.

Entonces Herodes, instigado por la adúltera, mandó

 gente hasta el Jordán para traerlo preso, queriendo

 matarle, mas no se atrevió sabiendo que era hombre

justo y santo, y le protegía, pues estaba muy perplejo

y preocupado por lo que le decía.

Herodías le odiaba a muerte y sólo deseaba encontrar

 la ocasión de quitarlo de en medio, pues tal vez temía

 que a Herodes le remordiera la conciencia y la despidiera

 siguiendo el consejo de Juan.

Sin comprenderlo, ella iba a ser la ocasión del primer

 mártir que murió en defensa de la indisolubilidad

 del matrimonio y en contra del divorcio.

Estando Juan en la cárcel y viendo que algunos de

sus discípulos tenían dudas respecto a Jesús, los mandó

 a El para que El mismo los fortaleciera en la fe.

Llegando donde El estaba, le preguntaron diciendo:

 "Juan el Bautista nos ha enviado a Ti a preguntarte si

 eres Tú el que tenía que venir, o esperamos a otro".

En aquel momento curó Jesús a muchos enfermos.

 Y, respondiendo, les dijo: "Id y contad a Juan las cosas

 que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan,

 los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres

 se les anuncia el Evangelio…"

Así que fueron los discípulos de Juan, empezó

Jesús a decir: "¿Qué salisteis a ver en el desierto?

 ¿Alguna caña sacudida por el viento? o ¿Qué salisteis

 a ver? ¿Algún profeta? Si, ciertamente, Yo os lo

aseguro; y más que un profeta. Pues de El es de quien

 está escrito: Mira que yo te envío mi mensajero delante

 de Ti para que te prepare el camino. Por tanto os digo:

Entre los nacidos de mujer, nadie ha sido mayor que

 Juan el Bautista…"

Llegó el cumpleaños de Herodes y celebró un gran

banquete, invitando a muchos personajes

 importantes. Y al final del banquete entró la hija

de Herodías y bailó en presencia de todos, de forma

 que agradó mucho a los invitados y principalmente

 al propio Herodes.

Entonces el rey juró a la muchacha: "Pídeme lo que

 quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino".

Ella salió fuera y preguntó a su madre: "¿Qué le pediré?"

 La adúltera, que vio la ocasión de conseguir al rey lo

que tanto ansiaba, le contestó: "Pídele la cabeza de

Juan el Bautista". La muchacha entró de nuevo y en

 seguida dijo al rey: "Quiero que me des ahora mismo

en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista".

Entonces se dio cuenta el rey de su error, y se puso

 muy triste porque temía matar al Bautista; pero a

 causa del juramento, no quiso desairarla, y, llamando

 a su guardia personal, ordenó que fuesen a la cárcel,

lo decapitasen y le entregaran a la muchacha la cabeza

 de Juan en la forma que ella lo había solicitado.


Juanito :En el día de tu santo te felicitocon mucho cariño.
 
 

 

 

 

 

 

 

 

*Fondo  por Vainica*

 
 


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