Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

EL MUNDO DE VAINICA
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ► MUNDO DE VAINICA 
 ►LOS MENSAJES 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►BIENVENIDOS 
 ►ME PRESENTO AL GRUPO 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ► NORMAS DEL GRUPO 
 ☆♥☼☆♥☼☆♥☼☆♥☼ 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►TU CUMPLEAÑOS 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►FONDOS VAINICA 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►SEPARADORES VARIADOS 
 ►SEPARADORES 
 ► SEPARADORAS 
 *-»¦«-·´¯`*≈☆≈*´¯`·-»¦«-* 
 ¨*:··:*¨ ๑۩๑¨*:··:*¨ 
 ►RINCÓN ESPIRITUAL 
 ► LITURGIA DE LAS HORAS 
 ►LOS SALMOS 
 ►LLENA DE GRACIA 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►REFLEXIONES Y POEMAS 
 ► EL CANCIONERO 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 ► ARTES , LABORES Y PERSONAJES 
 ► ¿SABÍAS QUE? 
 ►RINCÓN LITERARIO 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►Imágenes Y Gifs 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►RINCÓN DE HUMOR 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►EL REFRANERO 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 ►JUEGOS Y PASATIEMPOS 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ ►GRUPOS UNIDOS 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 ►POEMAS Mª FUENTES 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 ►FIRMAS VAINICA 
 ◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙◙ 
 ►GIFS NAVIDAD 
 ►FONDOS NAVIDAD 
 ►Separadores Navidad 
 Separador Navideños 
 ◄♥►◄♥►◄♥►◄♥► 
 ★☆★☆★☆★☆★ 
 ✿✿✿✿✿✿✿✿✿✿ 
 !!❀! MIS FIRMAS ❀!! 
 =。。。◕‿◕。。。=。◕‿◕。。。= 
 ི.¸¸..✿.¸¸.ི♥ྀ.¸¸..✿..¸¸.ི 
 *””*ƹӝʒ *””* ƹӝʒ*””* 
 ♦ ♣ ♦ ♣ ♦ ♣ ♦ ♣ ♦ ♣ ♦ 
 ₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪₪ 
 ♣.:*¨ ¨*·.♣.·:*¨ ¨*:.♣.:*¨ ¨*:.♣ 
 ❀.:::❤:::.✿.::::❤:::.❀ 
 ≈☼≈≈☼≈≈☼≈≈☼≈ 
 ♬♣仓✿♬♣仓✿♬♣仓✿ 
 ☂ <^> ☂ <^>☂ <^> ☂ 
 ☾☁☼★ˆ◡ˆ★☾☁☼ 
 •·. •·. •·. •·. •·.•·. •·. •·. •·. 
 ♣♥*♥♣♥ ♪ ♫ ♪ ♣♥*♥♣♥ 
 
 
  Herramientas
 
General: LOS OTROS NUEVE ¿DONDE ESTÁN?
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Sariasm  (Mensaje original) Enviado: 08/10/2010 21:04
 
 
 
 
 
 
 
               
                               
       
 
 
DOMINGO XXVIII
Guía de Lectura del Evangelio
 2 Reg.5,14-17; 2 Tim. 2,8-13; Luc. 17,11-19
 
 
EVANGELIO

“Yo soy el camino”, dijo Jesús.

Y a San Lucas le gusta considerar la vida de Cristo —y la del cristiano— como un camino, a lo largo del cual va situando los hechos y palabras del Señor.

El camino se convierte así, no solo en metáfora,  sino en recurso literario. El evangelio de hoy afronta este camino de Jesús en su última etapa: Jerusalén.

Yendo Jesús camino de Jerusalén

Jerusalén es la capital y sede del templo, el centro neurálgico de la institución religiosa judía.

Pero Jerusalén es también la meta, el final, el lugar donde mueren los profetas: “No conviene que un profeta muera fuera de Jerusalén”, había pronosticado Jesús (Luc. 13, 33). Por eso la expresión “camino de Jerusalén” significa en Lucas el viaje último y fin del trayecto, el auténtico camino de Jesús: el camino de la cruz. 

Yendo Jesús camino de Jerusalén
pasaba por entre Samaria y Galilea

Judíos y samaritanos nunca se llevaron bien: “los judíos no se tratan con los samaritanos”,  escribe San Juan en el pasaje de la Samaritana (4,9). Y ya el Eclesiástico (50,25) ‘aborrecía al pueblo necio que habita en Siquem’, es decir, Samaria, primera capital del reino de Israel. Samaria para los judíos es como tierra extranjera. Y al cruzar Jesús esta tierra, salen a su encuentro diez leprosos: uno samaritano y los otros, por exclusión, suponemos que galileos; en todo caso, judíos.

Al entrar en una aldea,
vinieron a su encuentro diez leprosos,
que se pararon a lo lejos,

Los leprosos no podían entrar en los poblados ni acercarse a persona alguna. Un sacerdote era el encargado de diagnosticar la enfermedad. El Levítico  (13, 45)  prescribía: “El que ha sido declarado enfermo de afección cutánea andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: ¡Impuro, impuro! Mientras le dure la afección seguirá impuro. Vivirá apartado y tendrá su morada fuera del campamento”. Por eso los leprosos

se pararon a lo lejos,
y a gritos le decían:
Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.

La oración de estos diez leprosos es sin duda ejemplar, semejante a la que habitualmente hacemos nosotros en la oración litúrgica: “Señor, ten piedad”, la actitud normal del humilde necesitado. Y resulta evidente que Lucas intenta dar la mejor imagen de estos hombres marginados: pobres entre los más pobres, respetan la Ley y suplican humildes.

Jesús, al verlos, les dijo: Id a presentaros a los sacerdotes.

Jesús envía a los diez leprosos a los sacerdotes como si ya estuvieran curados. Era también mandato legal: el leproso sanado debía presentarse de nuevo al sacerdote para que certificara su curación (Lev. 14,3-4).

Mientras iban de camino, quedaron limpios.
Uno de ellos, viendo que estaba curado,
se volvió alabando a Dios a grandes gritos
y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias.

Cuando el niño recibe un regalo, y no lo agradece espontáneamente, le advertimos: “¿Qué se dice?”.  Es la actitud normal del hombre agradecido. Debería haber sido la actitud de los diez leprosos curados. Sin embargo solo uno volvió a dar gracias por su curación:

Éste era un samaritano.

Este inciso en la narración es tal vez el dato más importante del relato, el que Jesús pretendía destacar. Leproso y samaritano eran, para los judíos, dos motivos de marginación, de exclusión del pueblo elegido.

 Pero Jesús pone de relieve que la curación es un don que Dios otorga gratuitamente a judíos o gentiles, no un derecho  por ser descendientes de Abraham; el mismo Jesús lo indica:

Jesús tomó la palabra y dijo:
¿No han quedado limpios los diez?
Los otros nueve, ¿dónde están?
¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?
 
Una vez más, Jesús enfrenta la verdadera religión, la del reino que  ‘adora al Padre en espíritu y en verdad’ con la oficial o legal, puramente ritual. Los otros nueve leprosos, aunque cumplen la ley, quedan presos en ella. Sólo el samaritano, sin olvidar la ley, sabe ver a Jesús en el milagro. Las palabras de Jesús  al samaritano son muy significativas:
 
Y le dijo: —Levántate y vete, tu fe te ha salvado.
 
No salva la ley, sino la fe. No salvan los ritos, sino la fe agradecida a la bondad de Dios. 
 
 
 
 
 


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: VAINICA Enviado: 08/10/2010 21:44
Es de bien nacidos el ser agradecidos...
Cuanto más al Señor que nos llena de sus bendiciones.


 
©2025 - Gabitos - Todos los derechos reservados