Para poder superar tus limitaciones no
necesariamente debes deshacerte de ellas.
Tus limitaciones pueden demorarte un poquito,
pero no tienen por qué detenerte. Rechaza
la idea de verlas como una excusa para justificar
tu fracaso. Considéralas en cambio como un desafío
y un incentivo para seguir avanzando y así, lograrlo. Fíjate cuán efectivo fuiste superándolas en el pasado. Todo lo que alguna vez has conseguido, lo hiciste a pesar de las restricciones con las que entonces te enfrentaste. Puedes hacerlo una vez más.
No esperes que las limitaciones desaparezcan.
Algunas de ellas convivirán contigo por siempre.
Avanza de todos modos. Decídete a encontrar
la manera de sortearlas. Por supuesto,
puedes usar tus limitaciones como una
excusa perfecta, razonable y comprensible
para nunca jamás terminar nada de lo que
emprendas. Pero, ¿qué ganarías con eso?
¡Nada! Todo el mundo se enfrenta con
ciertas limitaciones. Muchísima gente
alcanza asombrosos logros aún a pesar de
estar bajo la presión de serias restricciones.
No son ellas lo importante. Lo que realmente
importa es la determinación y el deseo de
hacer que suceda. Cuando encuentres un
real motivo para llevarlo a cabo, un motivo
que tenga verdadero sentido para ti, estarás
listo para superar casi cualquier limitación
"Aléjate de la sabiduría que no llora,
de la filosofía que no ríe y de la
grandeza que no se inclina ante los niños"
(Kahlil Gibran)