UNA SONRISA
Una sonrisa no cuesta nada pero vale
mucho. No empobrece a quién la dá
y enriquece a quién la recibe. Dura
sólo un instante, y perdura en
el recuerdo eternamente.
Es la señal externa de la amistad profunda.
Nadie hay tan rico que pueda vivir sin ella,
y nadie tan pobre que no la merezca.
Una sonrisa alivia el cansancio. Renueva fuerzas y
es consuelo en la tristeza. Una sonrisa
tiene valor desde el momento que se dá.
Si crees que a tí la sonrisa no te aporta
nada, se generoso y dá una de las tuyas,
porque nadie tiene tanta necesidad de
una sonrisa como quién no sabe recibirla.
Ana Mendoza
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