LA SOPA DE LETRAS
Había una vez un villano muy malvado
y desagradable, que sólo pensaba en
ganar dinero y al que ver contento a
alguien le molestaba muchísimo. Y lo
que menos aguantaba era que las
personas fueran educadas y corteses
al hablar, y pidieran las cosas por
favor, dijeran "gracias" y "de nada",
y sonrieran al decir algo. El villano
pensaba que todas esas palabras eran
un gasto inútil y no servían para nada,
así que dedicó mucho tiempo a inventar
una gran máquina de robar palabras.
Con su máquina, planeaba robar todos
los "por favor", "gracias" o "de nada"
que la gente dijera, convencido de que
nadie lo notaría, para luego separar las
letras y venderlas a los fabricantes de
libros.
Así que cuando encendió su máquina,
todo el mundo abría la boca para ser
amable y educado, pero no decía nada,
y todas aquellas palabras robadas
iban a parar a la gran máquina. Tal y
como esperaba, al principio no pasó
nada, parecía que la gente no necesitaba
ser cortés. Pero al poco tiempo, la
gente se empezó a sentir siempre de
mal humor, haciendo todas las cosas
de mala gana, y todos pensaban que
estaban hartos de que los demás fueran
siempre con exigencias, así que en un
os días todo el mundo se enfadaba y se
peleaba por cualquier cosa. El villano estaba terriblemente contento
de su éxito, pero no contaba con unas
niñas muy especiales. Aquellas niñas
era mudas y tenían que hablar por signos.
Y como la máquina no podía robar gestos,
las niñas seguían siendo amables y
corteses, y en seguida se dieron cuenta
de lo que pasaba con el resto de la
gente, y descubrieron los planes del
villano. Así que las niñas le siguieron hasta su
guarida en lo alto de una colina junto
al mar, donde encontraron la enome
máquina almacenando letras y letras.
Aprovechando que el villano dormía la
siesta, se acercaron a la máquina y
empezaron a ser corteses y amables
entre ellas. La máquina no podía robar
aquellas palabras, y empezó a sufrir
una gran sobrecarga, tan grande, que
la máquina no pudo soportarla, y
explotó, lanzando al cielo todas las
letras guardadas, formando una lluvia
de letras que fueron cayendo poco a
poco, hasta acabar en el mar. Entonces
todos pudieron volver a ser amables y
corteses, y los enfados y peleas acabaron,
demostrando que los buenos modales
son muy útiles para mantener más
unidas y felices a las personas.
Y así fue como surgió la primera sopa
de letras, que dio la idea a las niñas
para montar una fábrica de sopas de
letras con la que tuvieron muchísimo
éxito.
(DE LA WEB)
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