del período navideño. Y se conmemora el día en que el Niño Jesús fue presentado en el
Templo por sus padres, según la costumbre Judía.
En el día de la Candelaria se hace el “levantamiento del NiñoJesús”, el cual consiste en llevar
la imágen del Niño Jesús a bendecir al templo, así como también levantar y quitar
todas las figuras de los nacimientos y guardarlas hasta la próxima Navidad.
En muchos lugares del mundo este día marcaba el principio del año,
por lo cual en muchos pueblos los indígenas tienen la costumbre de
llevar a bendecir las mazorcas que servirán de semillas en la próxima
siembra, también se bendicen las velas o candelas, de ahí el nombre
de “Candelaria”, estas velas son consideradas como buenas para
apartar el mal, la enfermedad y los temblores.
Ya es tradición en México que en este Día de la Candelaria se acostumbra
que quien obtuvo el niño oculto en la rosca de reyes haga una fiesta (tradicionalmente
basada en tamales y atole, ambos productos de maíz.
Esta tradición tiene raíces prehispánicas; en muchos pueblos sus habitantes llevan a
la iglesia sus mazorcas para que sean bendecidas para sembrar sus granos en el
ciclo agrícola que inicia; el 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes
del calendario mexicano, cuando se celebraba a algunos dioses tlaloques, según
fray Bernardino de Sahagún.
En el centro de México se acostumbra vestir al niño Dios del nacimiento navideño
y llevarlo a oir misa, después de lo cual es colocado en un nicho donde
permanecerá el resto del año.
En algunos lugares, como en la Ciudad de México, se ha hecho una tradición que a las
personas que les tocó el muñeco durante la partida de rosca del Día de Reyes se
convierta en el padrino del Niño Dios para cumplir con el Día de la Candelaria.
“Para cumplir con su tarea, el padrino o madrina debe levantar al Niño del pesebre
del nacimiento, donde se colocó el 24 de diciembre luego de arrullarlo, en la casa
que ofreció la merienda del día seis de enero, ya levantado tiene que vestir al Niño Dios”.
El ritual del Día de la Candelaria concluye la tarde del dos de febrero, cuando se ofrece
la tradicional tamalada, acompañada de un chocolate espumoso o atole de
diversos sabores.
Todo el ritual que significa la celebración del Día de la Candelaria es resultado del
sincretismo de dos culturas y religiones: la católica, que remite a cuando la Virgen María
llevó al niño Jesús al templo, y la prehispánica, en la que se llevaban tamales al rendir
culto a los dioses.
La tradición prehispánica establecía que se debía llevar tamales cuando se
rendía culto a Tláloc, a Chalchiuhtlicue (dioses del agua) y a los tlaloques
(ayudantes del primero), quienes derramaban su lluvia preciosa sobre la tierra, lo que
provocaba buenos frutos.
Tal festividad se asocia e integra a la celebración católica que también se hace
coincidir con la fertilidad de la tierra y los beneficios del agua.
El antecedente remoto de vestir al niño Dios data del siglo VI, cuando se comenzó
a celebrar la Fiesta de la Purificación de la Virgen María y se presentaba al
Niño Jesús en el templo de Jerusalén, misma que se extendió luego a los
países del Medio Oriente.
La Candelaria es una de las fiestas más populares.
Esta fiesta comienza con la tradicional Rosca de Reyes, esta
deliciosa rosca guarda varias figuras de niño, que convierte a quien
lo encuentra, en el Rey de la fiesta y padrino de la
“Levantada del Niño”, también llamada, día de la Candelaria
el 2 de Febrero.
En otras palabras, el afortunado esta obligado espiritualmente a
presentar el Niño Dios del Nacimiento de la Casa, a la iglesia
que este mas cerca, y a organizar una gran tamalada.
Aunque la fiesta del Día de la Candelaria se festeja de esta forma
no hay que olvidar que el día 2 de Febrero, marca en varias partes
del mundo antiguo, el principio del año, la conclusión de la
época de nieves y el despertar de la Madre Naturaleza.
Por otra parte la Iglesia, lo instituyo como Día de la Purificación
de Maria, en el cual cae precisamente cuarenta días
después de Navidad.