Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo:
Hoy elevo mi oración y mi corazón para pedirte por aquellos seres humanos,
que han elegido seguir tus huellas, cuya VOCACIÓN es la de seguirte
y dedicar su vida a SERVIR a los que sufren, los necesitados, los
que se están solos y no tienen amor, los más necesitados de la tierra,
mi oración es por los SACERDOTES.
Señor bendice sus manos, pues son ellas las que CONSAGRAN
EL PAN Y EL VINO Y LO CONVIERTEN EN TU CUERPO Y TU
SANGRE. Sin ese milagro diario, no podríamos recibir el alimento
espiritual, de acuerdo con la Promesa que nos hiciste.
Consagra las manos que nos dan TU BENDICIÓN Y TU PERDÓN,
son ellas las que al imponerlas, el sacerdote, nos otorga la paz
pues nos limpia de todo pecado.
Señor bendice sus pies, pues son los pies del Mensajero, que lleva
tu PALABRA hasta los últimos lugares de la tierra, asiste a los
más necesitados, llega a donde ningún otro hombre ha llegado
para dar AMOR, PAZ Y CONSUELO ESPIRITUAL.
Mantén la pureza de su cuerpo, pues ha sido CONSAGRADO
PARA TI, ha sido reservado para ADORARTE, AMARTE Y SERVIRTE,
sin reservas, dando siempre lo mejor de sí mismo, hasta el
agotamiento, hacia el cansancio. El celibato es un regalo, pues
no están unidos a nadie, humanamente hablando, para viajar o
estar disponibles a servir y asistir, en cualquier hora, a quien lo necesite.
Te pido por su SOLEDAD, si Señor, estamos conscientes de
su soledad, sin mayor compañía que TÚ. Ha de ser difícil cuando la
necesidad de compartir, de comunicar y de convivir aparece en su
quehacer diario. Danos conciencia de que ellos también necesitan
de la cercanía de personas que les digan que los quieren, los
aprecian y valoran. Te pido que la comunidad parroquial, sea
su familia y el lugar en donde la amistad, el cariño y el amor sean
retribuidos con atenciones especiales.
Te pido por sus Oídos. Son ellos los que escucharán nuestros
pecados, nuestras debilidades, a los que contaremos nuestras
limitaciones y guardarán, en el secreto de confesión, lo malo
que hemos hecho y expresado en Confesión.
Oídos que escucharán todo aquello
que nos afecta, que nos duele, que nos hiere y que nos hace
alejarnos de ti Señor Dios.
Te pido, Señor, por sus Labios, su Boca, su Lengua y su Voz.
A través ellos trasmitirá los consejos, las orientaciones, las guías
para no volver a com
eter los mismos errores, para evitar ofenderte. A través de tu boca,
recibiremos el consuelo de tu perdón, sabremos que, a pesar de
lo mal que nos hemos comportado, tú siempre nos AMAS
Y PERDONAS. Que sus palabras sean comprensivas, amables
y amorosas, que a través de ellos escuchemos tu VOZ.
Que la SABIDURÍA DE TU PALABRA sea PROCLAMADA con
la fuerza de un PROFETA, de un DISCÍPULO, que te conoce,
que ha intimidado contigo en la ORACIÓN Y ENCUENTRO
PERSONAL EN EL SANTÍSIMO.
Te pido, Señor, por su MENTE Y SU CORAZÓN, para que
los llenes de AMOR, CORAJE Y FUEGO, para que al transmitir
tu MENSAJE, TU EVANGELIO, lo actualice, lo renueve para que lo
pongamos en práctica en los lugares donde nos encontremos.
Que nos hable con la FUERZA DE LA VERDAD, que no tenga
miedo para cuestionar la superficialidad en que vivimos y nos
sepa GUIAR al encuentro contigo Señor.
Te pido también, por los JÓVENES que anhelan servir y vivir por
un anhelo. Fomenta las VOCACIONES SACERDOTALES
Y LLENA SUS CORAZONES CON EL FUEGO DE TU AMOR.
Te pido, también, por nosotros los que formamos parte de su
COMUNIDAD, SU PARROQUIA, para que estemos cerca de NUESTROS SACERDOTES, que encuentren en nosotros el apoyo, la ayuda
necesaria para que cumpla con su MISIÓN PASTORAL.
Derrama sobre todos y cada uno de nuestros SACERDOTES,
TU ESPÍRITU SANTO, para que cada día sean mejores y nos
dejen UN TESTIMONIO DE VIDA, DONDE SE RECONOZCA
TU PRESENCIA VIVA Y ACTUAL, EN UN MUNDO CONVULCIONADO.
Termino mi oración, AGRADECIÉNDOTE POR TANTOS
SANTOS SACERDOTES, QUE HAS PUESTO EN MI CAMINO
Y QUE HAN SABIDO LLEVARME A UN ENCUENTRO CONTIGO,
CON TU AMOR Y MISERICORDIA.
Mario René Reynoso Estrada