Una voz suave aumenta los amigos, unos labios amables aumentan los saludos.
Sean muchos los que te saludan, pero confidente, uno entre mil;
si adquieres un amigo, hazlo con tiento, no te fíes enseguida de él;
porque hay amigos de un momento que no duran en tiempo de peligro;
hay amigos que se vuelven enemigos y te afrentan descubriendo tus riñas;
hay amigos que acompañan en la mesa y no aparecen a la hora de la desgracia;
cuando te va bien, están contigo;
cuando te va mal, huyen de ti;
si te alcanza la desgracia, te dan la espalda y se esconden de tu vista.
Apártate de tu enemigo y sé cauto con tus amigos.
El amigo fiel es refugio seguro; quien lo encuentra, encuentra un tesoro;
un amigo fiel no tiene precio ni se puede pagar su valor;
un amigo fiel es remedio de vida: quien respeta al Señor lo consigue;
quien respeta al Señor consolida su amistad, porque su amigo será como sea él.
Eclesiástico 6, 5-17-