CUATRO SECRETOS
Lo que más deseamos en la vida es la felicidad. Pero en ocasiones
saboteamos nuestros esfuerzos para alcanzarla.
La felicidad no es un destino a donde se llega, sino es la manera de
caminar por la vida. Sin embargo, de manera extraña, en el
trayecto podemos tropezar con dos problemas graves: algunos seres
humanos tienen miedo de ser felices y muy pocos saben
exactamente qué desean.
Si quieres vencer estos dos obstáculos y pertenecer al selecto grupo
de gente feliz, te sugerimos seguir cuatro pasos para lograrlo.
1. Desmantela tu armadura.
Con frecuencia tememos ser felices y saboteamos nuestras ilusiones
porque pensamos que no merecemos la felicidad y nos da miedo
tratar de alcanzarla.
La forma más sencilla y frecuente de protegernos y mantenernos
a salvo es construir una armadura de acero en la que encerramos
nuestros sueños y deseos para que nadie pueda alcanzarlos
ni destruirlos. Y, por supuesto, el resultado es que jamás
damos un solo paso para hacerlos realidad.
Acepta que al reprimir tus sueños no los proteges, sino que
impides que se realicen. Haz esfuerzos verdaderos para convertirlos
en realidad. Esta decisión te puede llevar a correr algunas
desilusiones y desengaños; pero también te llevará a éxitos
que de otra manera no lograrías jamás.
2.-Conéctate con los deseos de tu corazón.
Haz una “cita” contigo mismo para explorar cuáles son los sueños
y los deseos que duermen en el fondo de tu corazón.
Considérala y trátala como la cita más importante de tu vida.
Si lo consideras necesario, asiste a ella con libreta y pluma
en mano.
Anota cuanta idea se te ocurra sobre lo que deseas, aunque
Cuando no tenemos idea de cuáles son nuestras metas en la
vida ni sabemos cómo alcanzarlas, es una buena idea ayudar al
cerebro a realizar esta exploración.
Lo importante es que logres conectarte con lo que tu corazón
anhela realmente y que llegues a vislumbrar los diferentes caminos
por medio de los cuales podrías alcanzarlo. De este modo, te será
más fácil empezar a dar los pasos necesarios para convertir
Los esfuerzos que hagas llenarán de interés tu vida y te harán
probar las primeras mieles de la felicidad.
3.-Reconoce tu propio poder.
Todos somos mental y físicamente capaces de hacer lo que nos
proponemos; los límites los ponen nuestro miedo y nuestra
imaginación. Y todos merecemos el éxito, como merecemos
el amor y la felicidad.
Desafortunadamente, para muchos es más fácil decir “no puedo”;
y todos solemos creer en nuestras propias palabras. Así que
para conquistar la felicidad, empieza a practicar una actitud positiva,
a fomentar la confianza en ti mismo y a decir “sí puedo”, a todos
los retos que te vaya planteando la vida.
Muy pronto descubrirás que puede hacer cosas de las que antes
te sentías incapaz.
4.-No tomes precauciones como pretextos.
Algunos temores son buenos. Ser precavido y cauteloso es
una virtud cuando se conduce un automóvil, se tienen hijos pequeños
y se desea evitar cualquier tipo de accidente. Pero cuando el miedo
te impide lanzarte en busca de tus sueños, ha llegado el momento
de deshacerse de él.
En las decisiones importantes de la vida los temores y pretextos
deben dejarse a un lado y debe imponerse el valor para correr
ciertos riesgos, porque se necesita determinación para
perseguir y alcanzar los grandes sueños.
Para ser feliz hace falta honradez para seguir el camino correcto
en su consecución y para no estropearla con la mentira o el egoísmo.
Pero, ¿cómo sé en cada momento que estoy siendo honrado con
las personas que realmente me importan? El problema que se
nos plantea es el de reconocer el tipo de amor apropiado -cuál es
la manera correcta de amar, y distinguirla de un amor equivocado
-que pueda terminar destruyendo aquello que uno ama.
(Denis Derivet)