Si queremos que nuestra vida sea una vida plena, llena de paz, de alegría, y sobre todo de esperanza, es necesario que le dejemos más espacio a Dios para obrar en ella.
Hoy, más que nunca, el hombre tiene que dejar que sea Dios quien construya su vida y quien dé impulso a sus proyectos, pues sólo Dios es poderoso y capaz de hacer lo que para nosotros no es posible.
Poner nuestra confianza en Dios implica soltarse, dejar que Dios vaya tomando el control de nuestra vida.
"Pon todo tu esfuerzo -decía un santo- como si todo dependiera de ti, pero confía totalmente en Dios como si todo dependiera de él".
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. Como María, todo por Jesús y para Jesús. Pbro. Ernesto María Caro
Esta es la clave para que nuestra vida transcurra en la paz de Dios.
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