¡QUÉ GRAN NOTICIA!
Se mantiene todavía encendido el rescoldo de la Vigilia Pascual: ya no hay muerto, sólo hay vida. No hay oscuridad, todo es luz. La gracia ha vencido al pecado y la libertad a la esclavitud. No es poesía ni bonitas palabras. Jesús nos ha dejado profundamente marcados a todos. Su paso no nos ha dejado indiferentes y, su resurrección, ha marcado también un hito en la historia de la humanidad. Ahora, esa humanidad, tiene oportunidad de engancharse a esa Buena Noticia que, además, nos pone en marcha hacia la fiesta celestial. ¡Aleluya! ¡Festejemos, acojamos y demos testimonio de esta Buena Nueva!
El milagro de la Pascua es que, además de poner a la muerte en su sitio, Cristo nos traslada vida divina y eterna para todos. En medio de tantos motivos para llorar o para el pesimismo, la vida resucitada de Cristo nos trae una nueva primavera. El tronco viejo del mundo, al que nosotros estamos tan apegados, reverdece ahora y florece con otros aires: ¡Ha resucitado! El Domingo de Pascua nos invita a renacer con Aquel que ya ha renacido. Nos empuja a vivir ya desde el suelo para el cielo. La gloria de Jesús, al resucitar, será atraernos y llevarnos al encuentro definitivo con el Padre. ¡Aleluya, hermanos, por tan gran noticia!
¿QUÉ NOS TRAES, CRISTO, EN ESTA MAÑANA?
Os traigo la luz, para que brille en la oscura tiniebla
y mi vida, ahora eterna,
para que vuestra muerte ya no sea un para siempre.
¿Aún me preguntáis qué os traigo?
Mi cuerpo lacerado, pero victorioso por el Creador
Mis manos taladradas, pero abiertas para abrazaros
Mis pies atravesados, pero dispuestos a acompañaros
¿Y todavía me preguntáis que qué os traigo?
Os traigo el secreto para ser fuertes: la fe
Deposito ante vosotros la posibilidad de ser libres
el esfuerzo de quien sabe que hay un Alguien después
la seguridad de que, tras el velo del Viernes Santo,
mi Padre os aguarda a los que esperáis y creéis en El
¿QUÉ NOS TRAES, SEÑOR, EN ESTA MAÑANA DE
PASCUA?
Os avanzo una gran noticia: la muerte, con la mía
ha sido aniquilada y vencida.
Cuando un día caigáis en sueño profundo
comprenderéis el fruto de este amanecer pascual:
seréis eternos, como mi Padre es eterno,
estaréis convocados a una fiesta sin final
donde, vuestros ojos, se asombrarán
ante la belleza del rostro de Aquel que os creó
¿Todavía me preguntáis qué os traigo?
Frente a un mundo pequeño,
os regalo un Reino inmenso
Frente al llanto del suelo, os garantizo la dicha eterna
Frente a la cruz pesada, os anuncio el consuelo divino
Frente al absurdo de la muerte, la vida conquistada
Y, junto con todo esto, os traigo un ruego
¡CREED EN DIOS! ¡ESPERAD EN DIOS!
Que El, como a mí, os dará vida plena y resucitada
Betania-J. Leoz
¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Cristo ha resucitado!
*Fondo por Vainica*
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