...Un hombre estaba sentado tranquilo, leyendo su
periódico cuando su esposa,
furiosa, llega de la cocina y le revienta un sartenazo
por la nuca, ¡¡¡PUM!!!
¡Por Dios! ¡ ¿Qué te pasa, CARAJO...?!
¡¡¡Es por el papelito que encontré en el bolsillo de tu
pantalón con el nombre de 'Marylou'
y un número!!!
Amorcito... ¿te acuerdas del día que fui a la carrera
de caballos? Pues, Marylou era el caballo al que aposté,
y el número es cuánto estaban pagando
por la apuesta.
Satisfecha, la mujer se retiró pidiendo 1001 disculpas...
Días después, estaba él nuevamente, sentado cuando...
¡¡¡¡PUM!!!!
Recibe un nuevo golpe, esta vez con una olla a presión.
Más asustado, que idiota por el golpe, él le pregunta:
¡PERO qué fue ahora, carajo?
¡¡¡ TU CABALLO LLAMÓ POR TELEFONO !!!