EL ALMA NO VENDERÉ
El alma yo no venderé. Aunque me vengan a ofrecer la eternidad y la riqueza, me quedaré con la pobreza.
El alma yo jamás la venderé. El alma yo jamás la venderé.
Quiero vivir intensamente en los paisajes con mis gentes, con la alegría en una mano, con el dolor en la otra mano.
Me gusta que al caer la tarde encuentre a alguien que me aguarde. No quiero lujo, ni grandeza; tan sólo espero que me quiera.
Y, si algún día la vendiera, al mismo diablo yo lo hiciera, prefiero el fuego del infierno a que un mortal fuera mi dueño.
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