Giuseppe Arcimboldo nació, al parecer, en Milán en 1527.
Su padre, Biagio Arcimboldo, trabajaba como pintor en la
catedral de Milán y el hijo pronto aprendió el oficio paterno:
con solo 22 años ya debía de realizar diversos trabajos
para la catedral.
Ya debía de ser un artista reconocido cuando en 1562 viajó a
Praga invitado por el emperador Fernando I para
convertirse en uno de los retratistas de la corte. Sin embargo
era tal su ingenio que no tardó en sobrepasar las funciones
de su profesión para embarcarse en todo tipo de investigaciones,
organizar eventos y aconsejar al emperador en materia
de artes e inventivas.
Por petición de la casa imperial, Arcimboldo realizó varias
series de cuadros (variantes sobre un mismo tema) de donde
combinaba las cosas más diversas para configurar
rostros y siluetas. Hay interpretaciones para todos los
gustos sobre estos curiosos collages. Algunos, por ejemplo,
ven en la selección de determinados animales símbolos y
significados relacionados con el emperador.
En 1587 abandonó Praga, para gran desgracia del emperador
Rodolfo II que le tenía en muy alta estima, y volvió a
Milán donde moriría años después en 1593.
Las imágenes de Arcimboldo, por su fuerza visual, se utilizan mucho
en portadas de libros y revistas.
*Fondo por Vainica*