Qué alegría recibir y compartir la magia de una hermosa AMISTAD.
¿Por qué será que las verdades más elementales resultan las más difíciles de comprender?
Si quieres construir un buen edificio que se sustente, ponlo en manos
de Dios: que la base sea el amor, que las vigas sean hechas de
gratitud, que los clavos sean de paciencia, las tablas de sabiduría el
concreto sea de fe, y todo lo demás que quieras añadir dependerá
de cada arquitecto, de los materiales que se tenga y del resultado
que se desee obtener; equilibra tus necesidades poniendo a Dios en
primer lugar en todas las cosas