Ha sido el Señor y solo el Señor
el que ha unido nuestras vidas, en el amor.
Ha sido el Señor el que puso en tus ojos
la luz y la paz que buscaba mi vida.
Ha sido el Señor el que puso en tu boca
la sinceridad de tu dulce sonrisa.
Ha sido el Señor el que puso en tus manos
ternura y calor cuando aprietan las mías.
Ha sido el Señor el que puso en tus sueños
la misma ilusión con que sueña mi vida...
Ha sido el Señor el que puso en tus venas
la misma emoción con que laten las mías.
Ha sido el Señor el que puso en tus pasos
el ritmo y la fe con que mis pies caminan...
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