LA OBSESIÓN POR EL CUERPO
La anorexia y la bulimia son graves trastornos de la alimentación
que en la actualidad afecta a una gran cantidad de jóvenes.
El anoréxico tiene apetito pero su miedo a engordar inhibe su
necesidad de comer, mientras el bulímico tiene grandes atracones
de comida y luego vomita porque se siente culpable por haber
comido, llegando también a consumir gran cantidad de laxantes.
El anoréxico pretende vivir sin comer, culpa a los padres de
su condición y siente un gran vacío de afecto.
Suelen provenir de familias disfuncionales, con padres
separados o con problemas graves de relación, donde la
comunicación es nula.
Los padres suelen no darse cuenta de este problema hasta
que la situación se hace evidente y se hace necesaria
la consulta.
Esta enfermedad se manifiesta con pérdida de peso, fatiga,
ausencia de menstruación, tristeza, cambios en el cabello y
hasta osteoporosis.
Es una patología propia de esta época en que los jóvenes y
también los adultos le rinden culto al cuerpo y ese afán de
perfección los lleva a compararse con otros y les distorsiona
la percepción del propio cuerpo.
Angélica tiene 29 años y pesa 25 kilos, sin embargo cuando
se mira al espejo dice que está gorda. Hace ocho años que está
en tratamiento pero aún no ha tomado conciencia de que está
enferma y de que su curación depende de aceptarse a sí misma
como es y de su firme deseo de curarse.
Mientras tanto continuará sufriendo por la comida y
vomitando para no engordar.
Su historia personal revela que los familiares fueron los
primeros en señalarle su exceso de peso; y luego la
crítica y las burlas se extendieron a sus compañeros
y amigos.
De esta manera llegó a convencerse que solamente teniendo
un cuerpo delgado será aceptada.
Más allá del problema alimenticio, estas personas tienen un
conflicto interno más profundo y una dificultad para crecer
y ser un adulto responsable con la capacidad para
tolerar la crítica y enfrentar la realidad como es.
A pesar de los esfuerzos que hacen para ser aceptados, su
actitud los aleja aún más de los demás y terminan
aislados y solos.
El anoréxico elude el verdadero conflicto y se concentra
en la comida, que es su peor enemigo y se convierte en una obsesión.
Se compara con los otros y cree que cuando tenga el cuerpo
que desea será querido y podrá por fin ser feliz.
Sin embargo, la distorsión que tienen de su propio cuerpo
hace que siempre se vea gordo, aún cuando su apariencia
haya llegado al límite de la delgadez; porque esa imagen
fantaseada es la que cree que los otros tienen de él.
La anorexia es una enfermedad que sufren más las mujeres
que los hombres en una proporción de 10 a 1, mientras que
en la bulimia la proporción es de 4 a 1.
Esta patología tiene un alto índice de mortalidad, por suicidio
o inanición, sin embargo el 50% de los anoréxicos y el 60%
de los bulímicos finalmente pueden salir a flote; aunque
su temor a engordar puede demorar en desaparecer.
En Argentina se registra el mayor índice de anoréxicos
del mundo y en México en la actualidad, esta enfermedad
muestra un crecimiento de un 700%.
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Fuente: Documental de Natgeo, “La obsesión del cuerpo”