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Duerme las horas que necesites para estar fresco
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durante el día: ni más ni menos.
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Si eres aficionado a las siestas, ten en cuenta que
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son mejores las que duran 20 minutos o menos.
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Haz ejercicio regularmente, pero nunca justo antes
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de meterte en la cama o te costará conciliar el sueño.
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No consumas bebidas estimulantes (café, té,
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refrescos de cola, alcohol...) en las 4-6 horas
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anteriores al momento de acostarte.
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No cenes demasiado: es mejor una cena ligera
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2 horas antes de dormir.
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Diseña un ambiente de sueño apropiado:
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oscuro, silencioso, de temperatura agradable
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y bien ventilado.
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Descansa sobre un colchón cómodo: ni muy rígido
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ni muy blando.
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Si tienes problemas para conciliar el sueño, no lo
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fuerces: relájate y evita mirar el reloj.
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